El alcohol hace difícil el desempeño de las áreas del cerebro que administran la estabilidad, la memoria, el charla y el juicio, lo que crea una mayor posibilidad de lesiones y otros desenlaces negativos.
Sobre el alcohol
Sobre el alcohol. En el momento en que se consume una bebida alcohólica, viaja por el esófago, a través del estómago y hacia el intestino angosto. Si bien una pequeña proporción de alcohol se absorbe en el torrente sanguíneo por medio de la membrana mucosa, la mayoría del alcohol ingresa al torrente sanguíneo por medio de las paredes del intestino angosto. El alcohol es soluble en agua y el etanol se transporta de forma rápida a través del torrente sanguíneo a todas y cada una de las unas partes del cuerpo, donde los tejidos lo absorben en proporción a su contenido de agua.
Una gran parte del etanol se diluye en los fluidos anatómicos. Por servirnos de un ejemplo, 29,5 ml de whisky al 40 %, que tiene dentro 11,8 ml de etanol, se diluyen en un humano de 75 kg para generar una concentración de alcohol en sangre de precisamente 0,02 %. En un bebedor mucho más pequeño con medio peso de agua en su cuerpo que la persona del ejemplo previo, exactamente el mismo 11,8 % de etanol probablemente generaría una concentración de alcohol de precisamente 0,04 %.
CONSECUENCIAS DEL ALCOHOL EN EL CEREBRO
Ahora, desde Psicoveritas deseamos argumentar ciertas graves secuelas que afectan al cerebro por el consumo de alcohol:
- Hace deterioro en el hipocampo, la composición cerebral encargada de la memoria y, a consecuencia de el consumo de alcohol, puede ocasionar rápidos olvidos e inclusive amnesia total en ciertas ocasiones.
- Puede entorpecer con las conexiones de la corteza prefrontal del cerebro, el área encargada de supervisar los impulsos y el accionar de la persona.
- Altera la química cerebral, reduciendo los escenarios de serotonina, un neurotransmisor relacionado con la alegría, se hace cargo de regular el estado anímico, con lo que el consumo de bebidas alcohólicas puede derivar en trastornos sentimentales en la persona como depresión o ansiedad.
- Acostumar-se ha consumir essa substância todos los días y también tentar parar de repente também pode ocasionar a «Síndrome de Abstinência»: hiperestimulação do sistema adrenérgico que causa dores de cabeça, agitação, tremores, náuseas, vômitos, alucinações y también anudé mesmo muerte.
- Pérdida del conocimiento por periodos breves que tienen la posibilidad de derivar en vahídos o comas etílicos donde peligra la integridad de la persona.
- Su consumo prolongado y en enormes proporciones lleva a una deficiencia de vitamina B1, asimismo famosa como tiamina, que puede ocasionar un trastorno congénito de neutropenia o «Síndrome de Wernicke-Korsakoff» (afín a la demencia).
El consumo de alcohol perjudica el avance cerebral de los jovenes
El alcohol es la sustancia psicoactiva mucho más consumida entre los jóvenes y su consumo elevado representa un grave problema médico con efectos que tienen la posibilidad de ser irreversibles en el en un largo plazo.
El cerebro humano se lleva a cabo paulativamente, y es exactamente a lo largo de la adolescencia en el momento en que se generan los cambios mucho más profundos.
Alcohol y receptores: “ir” o “no ir”
Disponemos cinco clases de receptores de dopamina, pero los que nos resultan de interés aquí son D1 y D2. Los primeros son los receptores que indican o condicionan para “ir”, “realizar” o efectuar una cierta acción. Señales hacia adelante, favoreciendo un preciso accionar.
Por otra parte, los receptores D2 se identifican por conducir a resoluciones como “no ir”, “parar” o no efectuar una cierta conducta. En otras expresiones, estos subtipos inhiben las señales y nos dejan parar o revertir mis impulsos.