Telémaco es el hijo de Ulises, en la Odisea de Homero, que espera 20 años el regreso de su padre, que salió a la Guerra de Troya. Telémaco espera a Odiseo, este trata de socorrer su tierra de los invasores que desean quedarse con ella y su madre, Penélope.
Y mientras que Ulises volvía a su isla, a Ítaca, ¿qué ocurrió con su familia? Las prácticas de Ítaca requerían que la reina se casase con un pretendiente, con lo que durante los años, los nobles hijos de Ítaca asistieron en masa al palacio. Penélope se vio obligada a servirles enormes banquetes y enormes banquetes, hasta el momento en que escogió marido, pero ella no deseaba casarse, conque los postergó y puso todo tipo de disculpas. Un día, bajo la presión de casarse, se le ocurrió un plan. Mencionó que su suegro Laertes era viejísimo, que le tejería un sudario, y que en el momento en que el sudario estuviese listo se casaría. Penélope era muy lista; De día tejía y a la noche… ¿Sabes lo que hacía? Deshizo lo que había hecho a lo largo del día. Pero un ciervo traidor la espió una noche y al día después la entregó a sus pretendientes. Los pretendientes estaban coléricos. ¡Penélope debería dejar de engañarse y escoger marido! Ya que bien, en estas situaciones llegó Ulises a las costas de Ítaca. Zapas Atenea era una diosa que lo había ayudado antes, con lo que se le apareció y le mencionó que la situación en Ítaca era muy dificultosa, y que si alguien lo reconocía, indudablemente lo mataría. Conque lo transformó en un indigente en arrapos, con un bastón, y lo envió a su viejo porquerizo, quien indudablemente le explicaría lo que pasaba en Ítaca. Odiseo fue a conocer a su porquero, y su hijo Telémaco se encontraba escondido en el hogar, puesto que los pretendientes asimismo deseaban matarlo. Entonces Pallas Athena lo convirtió en la manera real de Ulises. El viejo porquero lo reconoció y lo abrazó. Telémaco abrazó a su padre por vez primera, puesto que no lo conocía. Conque tramaron un plan entre los tres. Zapas Atenea volvió a transformar a Odiseo en un indigente y los tres se dirigieron al palacio real. Al arrimarse al palacio, sobre un montón de estiércol, Ulises vio un perro, un perro viejo que no se movía… se moría… Se percató de que era su perro, el perro que había dejado en Ítaca en el momento en que salió. a la guerra de Troya en la noche. El viejo perro reconoció a su dueño, gimió, movió la cola de alegría y murió de la emoción al localizar a su dueño de nuevo. Ulises entró en el Salón del Trono. Allí solicitó hospitalidad. Los pretendientes se rieron del viejo indigente y le lanzaron copas de vino, trozos de carne… Penélope chilló aterrorizada. ¿De qué manera se animan a actuar de este modo con alguien que ha pedido hospitalidad? Los dioses los castigarían. La mujer de Ulises le solicitó a la anciana nodriza que lavase los pies del indigente. La enfermera se aproximó al indigente y, en el momento en que iba a lavarle los pies, un grito salió de su garganta. ¡El indigente tenía en la pierna exactamente la misma cicatriz que su viejo jefe, Ulisses, en el momento en que un día salió de cacería!… ¡Ese indigente era su jefe! Ulises se tapó la boca: -Cállate, vieja enfermera, si afirmas quién soy, estos pretendientes me van a matar- Y la enfermera se calló. Los pretendientes demandaron que Penélope escogiera marido. La mujer de Ulises no tenía escapatoria… Conque inventó un plan. Vas a ver, antes que Ulises partiese para la guerra de Troya, se divertía de una manera bastante curiosa: Zapas Ateneas le había regalado un arco colosal, realmente difícil de montar. Precisabas la fuerza de un dios para emplearla, un dios o alguien particular, tan particular como Ulises. Además de esto, Zapas Atenea le había dado a Ulises el don de donde pusiese el ojo… remar y… ¡bam! Horadó las arandelas con una flecha. Y Penélope mencionó que se casaría con el que pudiese plegar el arco de Ulises y perforar las 12 hachas. Los pretendientes procuraron consecutivamente… Todo inútil… En ese instante el viejo indigente, es decir, Ulises, levantó la mano y solicitó permiso para procurarlo. Todos en la salón se rieron de él, todos salvo Penélope, quien mencionó que ella asimismo tenía derecho a procurarlo. El viejo indigente tomó el arco y, mientras que lo tensaba, Zapas Atenea lo convirtió en su auténtico ser, y Odiseo ahora había disparado la flecha y atravesado las 12 flechas. Un grito de horror salió de la boca de sus contrincantes. Estaban encerrados en el Salón del Trono. Telémaco había cerrado las puertas y no podían salir. Iban desarmados, y Odiseo tenía su arco mortal, Odiseo, que adondequiera que ponía el ojo hallaba un blanco… Todos y cada uno de los pretendientes morían, y el suelo de la salón del trono se encontraba sembrado de cadáveres. Todo era un mar de sangre. Y por último Ulises ha podido reinar en Ítaca, con su mujer Penélope y su hijo Telémaco. Y aquí acaba la narración de la Odisea de Homero.
Libro 1
El libro empieza con Homero pidiéndole a «la musa de la poesía» que lo asista a contar la historia. Todos y cada uno de los que lucharon en la Guerra de Troya retornaron a casa, salvo Odiseo. Ulises queda atrapado con Calypso en una isla. Ella desea casarse con él. A la mayor parte de los dioses les agrada Odiseo, salvo Poseidón, que está enojado con él por cegar a su hijo, el Cíclope. Atenea le cuenta a Zeus y a los otros dioses sobre Odiseo, diciendo que extraña horriblemente a su familia en Ítaca. Afirma que Hermes debería proceder a mencionarle a Calypso que se rindiese y dejase libre a Odiseo. Los dioses están en concordancia. Atenea se disfraza de guerrera amiga de Ulises y verá a Telémaco. Al llegar a Ítaca, halla el palacio lleno de jóvenes que desean casarse con Penélope. Estos tipos son pretendientes. Están gastando bastante dinero de Ulises para abonar las fiestas. Telémaco y Atenea (todavía disfrazados) cenan juntos. Atenea le afirma a Telémaco que su padre está bien. Telémaco le afirma a Atenea que Penélope es leal a Odiseo y que no se casará con los pretendientes. Atenea le afirma que enfrente sus responsabilidades y vaya a conocer a Néstor y Menelao. Los pretendientes organizan una celebración. Penélope está triste pues alguien le canta una canción que le hace meditar en Ulisses. Telémaco le afirma que se vaya. Entonces les afirma a los pretendientes que se marcha a viajar. Se sorprenden, pero prosiguen tomando.
Telémaco se prepara para partir. Se ve muy relajado mientras que pasea hacia la reunión donde todos están reunidos. Entonces Egiptio, un adulto mayor, afirma que es realmente bueno que se reúna esta reunión. Telémaco toma su bastón y gesticula con él mientras que mira a los pretendientes. Antínoo está enojado. Él afirma que todo es culpa de Penélope por no seleccionar a entre los pretendientes. Telémaco amenaza a los pretendientes. Haliterses les recuerda a sus conjeturas, que se hacen situación. Eurímaco acusa a Haliterses de ser sobornado por Telémaco. Ella afirma que los pretendientes no se van a ir hasta el momento en que Penélope escoja a uno. Telémaco afirma que desea hallar a su padre y que precisa un nuevo barco y una tripulación. Ella afirma que si no puede localizar a su padre, Penélope deberá seleccionar a alguien, pero si lo realiza, los pretendientes están perdidos. Guía afirma que Telémaco llevaba razón al decir eso. Los pretendientes no están en concordancia. Antes de irse, Telémaco reza a Atenea en pos de asistencia. Vestida como Mentora, Athena lo asiste para hallar el nuevo barco. Telémaco y Antinoo discuten. Euricléia asiste para Telémaco a hallar provisiones para su viaje. Él le solicita que no permita que Penélope se entere de lo que hace a fin de que no se preocupe. Atenea se disfraza de Telémaco y hace arreglos a fin de que ciertos pobladores del pueblo lo acompañen en el viaje. Esa noche, todos partieron hacia Pylos.
Origen
Como hijo de Odiseo, un personaje discutido que participó en muchas de las tramas, proyectos y aventuras importantes de su tiempo, su historia empezó convulsa. Poco tras su nacimiento, el rey Agamenón demandó que Odiseo cumpliese el juramento que había hecho y se uniera a él para andar contra Troya y salvar a Helena. En el momento en que Odiseo trató de romper este voto actuando como un orate, el hombre de Agamenón, Palamedes, conminó con matarlo si Odiseo no cumplía su promesa. Dada esta amenaza, Odiseo no tuvo mucho más antídoto que ceder.
Mientras que su padre luchaba en la guerra de Troya, Telémaco se transformó en el «hombre de la vivienda» estándar, al tiempo que su madre, Penélope, aguardaba el regreso de su padre. Pero Odiseo luchó a lo largo de diez años agotadores y después no ha podido hallar el sendero a casa. No obstante, en el momento en que pasaron otros diez años, hubo un enorme impulso para declarar fallecido a Odiseo, lo que dejó a Penélope regresar a casarse y hurtar la herencia de Telémaco.
¿De qué manera se los conoce como la mujer y el hijo de Ulises?
En la mitad de las adversidades y el mal por la desaparición de ciertos de sus compañeros, Odiseo sostiene siempre y en todo momento en prominente su primordial propósito: regresar a casa y hallar a su mujer Penélope, a su hijo Telémaco, a su padre Laertes; y su pueblo en el reino de Ítaca.
Ulises Bueno