El mascarón de proa es una figura ornamental por norma general tallada en madera y decorada o pintada que los navíos tenían sobre la espumadera, según la jerarquía de la embarcación que adornaba. Su empleo estuvo muy extendido entre los siglos XVI y XIX en los galeones que atravesaban los mares.
Compartimos con ustedes una exhibe de la compilación de mascarones de proa que pertenecieron a Pablo Neruda y que en este momento se preservan en las viviendas-museo de la Fundación Pablo Neruda: La Sebastiana, La Chascona y también Isla Negra.
Estos restos de viejos veleros surcaron los océanos de todo el mundo hace 200 años y atrajeron el interés de Neruda. Deslumbra tu imaginación con estos extractos de navíos, extractos que encierran el secreto de todos y cada uno de los viajes por mar y océano. Sus historias de navegación están envueltas en secreto, lo que probablemente solo aumentó su encanto a los ojos del poeta.
Ejemplos de empleo y oraciones
“Los vikingos empleaban figuras totémicas como verdugos para espantar a los espíritus marinos y los helenos y fenicios representaban a los dioses para ofrecer seguridad a la tripulación.” En este caso se utiliza en el sentido de su empleo entre los pueblos viejos.
“El capitán explicó a los visitantes la historia del mascarón de proa de la fragata”. En un caso así, tiene relación a la narración de una de estas estatuas.
Finalidad del mascarón
La referencia mucho más vieja a un mascarón es Las Argonáuticas, de Apolonio de Rodas, de temporada helenística, en el momento en que nos detalla que Minerva, diosa de la sabiduría, crea el barco de los Argonautas según su diseño y puso un bastón parlante en la proa, que dirigía su rumbo, les comunicaba de los riesgos y de qué forma evitarlos (5).
La llamada «Victoria de Samotracia» (Museo del Louvre), una ofrenda encargada de los místicos dioses Cabiri de Samotracia por una victoria naval, forma un modelo de mascarón de proa que va a ser escogido por navíos de siempre . Los egipcios, en cambio, llevaban en la proa su emblema nacional: la flor de loto, y los romanos tenían navíos con un cocodrilo adornando la proa (emblema de Cleopatra), o la cabeza de la diosa Minerva (6).