Sentir frío es la opción más habitual, pero existen algunas condiciones de salud que asimismo tienen la posibilidad de hacernos sentir bastante frío en el momento en que la temperatura no es baja.
La exposición al frío desata la aparición de ciertas anomalías de la salud en personas susceptibles, ayudando además de esto a agudizar o descompensar otras nosologías que sufrían de antemano. Si bien parezca extraño, sus efectos empiezan a observarse a temperaturas parcialmente moderadas, entre 4 y 8ºC, con lo que es requisito estar alarma no solo en el momento en que las temperaturas son increíblemente bajas, sino más bien a lo largo de todo el invierno. A la inversa de lo que pasa con las olas de calor, no hay un fenómeno tan claro de aclimatación al frío, siendo mayor su encontronazo conforme avanza el intérvalo de tiempo invernal.
O frio radical afeta a nossa saúde eminentemente das seguintes formas:
Um risco de «gelo» para o coração
O frio pode afetar o coração, singularmente se sofre de anomalías de la salud cardiovasculares . «Siempre y en todo momento escuchas que la multitud sale a palear nieve y tiene un ataque al corazón», enseña Salamon.
El frío puede estrechar los vasos sanguíneos y esto puede ejercer presión sobre el corazón.
Hipotiroidismo
Según MedlinePlus, Biblioteca Nacional de EE. se hace cargo de supervisar la quema de calorías y la agilidad de los latidos del corazón, entre otros muchos, por medio de las hormonas tiroideas.
‘El metabolismo es todo cuanto hace el cuerpo en las células para emplear los alimentos para generar energía, que asimismo se genera con apariencia de calor’, enseña Suárez. De ahí que, añade Ángel Torres, endocrinólogo, en el momento en que hay baja actividad tiroidea actúa en el tolerante con manos frías y cansancio. “Eso podría ser hipotiroidismo”, afirma Torres, una condición de la glándula tiroides.
Inconvenientes de tiroides
Si padeces de resfriado, aparte de fatiga, piel seca, adelgazamiento o pelo quebradizo y incremento de peso, esto puede deberse a hipotiroidismo.
Por norma general, la gente con inconvenientes de tiroides acostumbran a tener una temperatura mucho más baja y una mayor sensibilidad al frío, así como se aprecia en una publicación efectuada en el Centro Nacional de Información Biotecnológica.
Las respuestas del cuerpo al frío
• Vasoconstricción cutánea (disminución del suministro de sangre a la piel) para achicar la pérdida de calor de la piel. • Incremento de la actividad cardiovascular (incremento de la presión arterial, continuidad cardiaca). • Incremento de la cubierta de aislamiento (erección del pelo). • Incremento de la producción de calor metabólico (temblores, escalofríos). El frío elimina las respuestas inmunitarias. Este fenómeno es, en parte, el motivo del mayor número de contagios que se generan a lo largo de los meses de invierno. En verdad, la fiebre (elevación de 1 o 2º) de la temperatura optimización la contestación inmunitaria y hace difícil la multiplicación de ciertos gérmenes. El efecto del frío sobre la aparición de anomalías de la salud es indirecto, el frío crea cambios en el organismo que en la práctica causan su asociación con el peligro de enfermar o fallecer, habiéndose descrito relación entre la disminución de la temperatura ámbito y el incremento de la urgencia. hospitalizaciones y atención ambulatoria, patologías respiratorias y cardiovasculares, aparte de una mayor mortalidad socia a estos cambios de temperatura. de temperatura, en especial en invierno. Por otra parte, en propiedades del ambiente increíblemente frías, la generación de calor de adentro (metabólico) no compensa la pérdida de calor hacia el ámbito, llegando aun a generar hipotermia interna. La permanencia de estas condiciones por un buen tiempo va a conducir a un deterioro general de los procesos fisiológicos ahora la desaparición, en condiciones menos severas, pero que necesitan de procesos termorreguladores. El sistema cardiovascular es el que mayores solicitudes aguanta, siendo en todas y cada una estas condiciones el mucho más perjudicado en personas en edades extremas (inferiores de 5 años y mayores de 60 años).
La relevancia del tema nos recuerda ciertas medidas precautorias: • Empleo de vacunas antigripales y antineumocócicas en temporada de frío en jubilados, crónicos y también inmunodeprimidos, para eludir procesos respiratorios desencadenados por la aparición de bajas temperaturas. • La utilización de ropa ha de ser correcta, holgada, rápida, abrigada y también impermeable, es conveniente emplear múltiples “capas de ropa” y no apretadas, para hacer más simple la circulación periférica. Llevar guantes, gorros, gorros, bufandas y calcetines de lana, ya que hay que rememorar que la mayoría del calor corporal se pierde por la cabeza, manos y pies. El zapato ha de ser caluroso, impermeable y antideslizante. • En los días fríos debemos efectuar pequeños paseos al aire libre, eludiendo los continuos cambios bruscos de temperatura. • En el caso de lluvia debemos sostenernos secos, rememorar que el agua y la humedad enfrían el cuerpo de manera rápida y que el calor corporal se pierde veinticinco ocasiones mucho más veloz en el agua. • Debemos rememorar que la temperatura perfecto para una vivienda es de 21ºC y que temperaturas mucho más altas no nos reportan mucho más provecho y desarrollan un derroche elevado de energía. Ventile las habitaciones todos los días a lo largo de unos diez minutos, entonces cierre las ventanas para eludir la pérdida de calor. • Mención particular tiene el ejercicio y la nutrición. Debemos llevar a cabo ejercicio todos los días, pero de manera moderada, jamás brusca o intensa, esto nos sostendrá en buen estado físico y mental, y va a aumentar la sensación de calor en nuestro cuerpo a lo largo del día. • Se aconsejan comidas usuales, pequeñas, variadas y muy energéticas. Tomar bebidas calientes de forma regular es reconfortante y nos sostiene a una aceptable temperatura corporal. Desterremos pensamientos como que el alcohol y las bebidas con cafeína hacen más fácil la toma de calor, su empleo indebido incrementa nuestro metabolismo ocasionando una rápida pérdida de calor.