Tienen interesantes patrones geométricos: los que están dibujados en su cubierta exterior en forma cónica. Son predadores nocturnos: en tanto que se nutren de pequeños peces, moluscos y vermes. Tiene un sistema de nutrición complejo: pese a ser un caracol con poco movimiento.
Este miércoles, en un trabajo grupo entre el Ministerio de Ecología, SENASA, la Secretaría de Salud y Ámbito del Ayuntamiento de Posadas y otras instituciones, se hizo en el vecindario Santa Rita de la ciudad más importante provincial, donde se se hallaron los primeros caracoles colosales, una actividad de sensibilización y administración para la erradicación del caracol enorme africano, definido como clase exótica invasora en Metas. La novedad de la presencia de este caracol se recibió hace unos días mediante la línea de comunicación puesta predisposición por el Ministerio de Ecología llamada “Ecologia Te Escucha”, que a causa de esta comunicación, todas y cada una de las instituciones similares hicieron los primeros trabajos en este vecindario de Posada. y también instalaron un bloqueo para evitar el progreso de esta clase a otras zonas de Posadas.
En este sentido, se aconsejó a los vecinos del vecindario lavar bien las frutas y verduras por el peligro de contraer anomalías de la salud que estos animales emiten a los vecinos. El caracol enorme de origen africano, llamado “Achatina fulica”, se considera entre las cien plagas agrícolas mucho más perjudiciales de todo el mundo gracias a su aptitud de reproducción, que puede ocasionar daños a la agricultura y a la fauna de caracoles originarios, aparte de ser un portador de patologías. .
Nutriendo caracoles
Los caracoles son herbívoros y se nutren únicamente de plantas. La comida que comen los caracoles va desde hojas y plantas en descomposición que hallan en su sendero, hasta vegetales, frutas y algas. Como cualquier animal, no puede alimentarse solo de lechuga, con lo que si solo le das de comer esta verdura, no va a estar sano ni fuerte.
Estos pequeños moluscos son conocidos por vivir en su caparazón duro y desplazarse poco a poco, arrastrándose y dejando “lodos” por donde pasan. Si bien no lo observamos, aparte de sus cuernos, tienen una cantidad enorme de dentículos en la boca que se usan para desgarrar la comida y frotar el moho de las rocas para comer. Su moco les deja adherirse a la pared y espantar insectos peligrosos para protegerse de los asaltos.
Casos de todo el mundo
El caracol africano se considera una clase invasora por ser extraña al ecosistema americano. “Cualquier clase que ingresa a un ecosistema donde no se reproduce naturalmente y, además de esto, ingresa sin una investigación científico serio, se considera invasora”, advirtió Rosa Vento, bióloga de la Idea de Salud y Tráfico de Vida Silvestre de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS).
Perú no es el único país de Sudamérica que encara este inconveniente, Mongabay Latam publicó últimamente 2 productos enseñando las secuelas de la existencia de esta clase en Colombia y Venezuela. En Colombia, el caracol africano está que se encuentra en 16 ayuntamientos del departamento de Caquetá. Llegó al país sudamericano como una parte de una idea privada para examinar la clase en un emprendimiento de cosmética y salud. En contraste a Perú, en Colombia está que se encuentra en la región agrícola del departamento de Caquetá, lo que quiere decir que puede contaminar cultivos que son consumidos por la población.