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Cuál es el color del suelo arenoso

El color del suelo arenoso es en su mayor parte de tonos claros, por norma general cobrizo claro. El tamaño de las partículas del suelo es muy grande y, consecuentemente, deja un sinnúmero de espacio poroso (aire).

De qué forma escoger la herramienta correcta sabiendo el color del suelo

Al escoger la herramienta correcta para trabajar en un preciso género de suelo, es esencial tener en consideración su color y composición Particularmente, si el suelo es arcilloso, puede ser preciso utilizar una sembradora de discos o una azada para romper la arcilla y dejar que el aire y los nutrientes lleguen a las raíces del cultivo.

Por otra parte, si el suelo es arenoso, puede ser preciso emplear una sembradora de discos con dientes mucho más pequeños o un cultivador con puntas redondeadas para no dañar el suelo. Además de esto, en suelos muy secos o muy húmedos, puede ser preciso emplear un arado de vertedera para añadir agua o drenar el exceso de agua del suelo.

Suelos hechos con piedras

Esta clase de suelo lleva por nombre de esta forma pues tiene pequeñas formaciones pedregosas en su composición. Esto se origina por que la extensión de la tierra se despliega por causas naturales o provocadas. El enorme inconveniente de esta clase de suelo es que es semiimpermeable, con lo que no deja ingresar el agua. De esta manera, el cultivo en este género de suelo es muy difícil, si bien hay un género de planta xerofítica que puede medrar en este género de suelo.

Suelos pedregosos

Ciertas especies de plantas silvestres están adaptadas a los suelos pedregosos.

Los suelos pedregosos están formados por rocas y extractos rocosos de enormes y variadas dimensiones, o sea, son suelos identificables a fácil vista como acumulaciones de piedra.

¿Qué son los suelos áridos?

Los suelos áridos son esos suelos rocosos, areniscos y yermos que se dan en áreas geográficas donde las precipitaciones son por norma general irregulares y muy pocas.

Las plantas extraen nutrientes del suelo y dan polen, néctar, hojas, frutos, semillas, etcétera., para diversos tipos de animales, que paralelamente sirven de alimento a sus predadores. Los suelos de las ubicaciones áridas nos ofrecen múltiples servicios ambientales, con lo que es requisito valorarlos y resguardarlos.

El suelo por su color

En dependencia del color logrado se va a poder saber exactamente en qué género de lote se trabaja y de este modo va a ser viable conseguir mucho más información sobre sus peculiaridades. Un suelo con tonalidades rojas o anaranjadas, por servirnos de un ejemplo, señalará que es un suelo arcilloso, que retiene bien el agua, la humedad y los nutrientes, pero al tiempo es mucho más predispuesto al estancamiento. En cambio, si el color se aproxima mucho más al cobrizo claro, hablamos de un suelo arenoso que, por definición, adolece de falta de minerales, nutrientes y agua. Los suelos limosos van a tener un tono mucho más obscuro y destacarán por su riqueza en materia orgánica. En un punto de confluencia entre los tres precedentes, se situarán los suelos francos, que muestran peculiaridades de todos y cada uno de los precedentes por estar formados por partículas de limo, arena y arcilla.

Si bien muy frecuentemente el color del suelo se puede saber a fácil vista, la utilización de sistemas cromáticos como las tablas Munsell son realmente útiles para unificar criterios y en determinados campos de investigación del suelo.

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