Francés Francés: la lengua hablada mucho más hermosa Si hay una lengua sobre la que hay consenso en lo que se refiere a su hermosura, esa es la lengua francesa. Según múltiples investigaciones informales efectuadas on line, semeja que la lengua francesa hablado es en general una pasión en el mundo entero.
En todo el mundo hay lenguas que resaltan por ser las que mejor suenan al charlar. Observemos cuáles son los diez lenguajes mucho más lindos de todo el mundo.
diez- GRIEGO
8º idioma mucho más hot: inglés australiano
Una mezcla especial entre la lengua inglesa mucho más clásico, el irlandés y una dosis de identidad única. ¿Resultado? Un acento bastante dulce, a medio sendero entre el más destacable inglés y el irlandés mucho más vulgar. Y si no nos crees, echa una ojeada a este vídeo de Nicole Kidman (actriz australiana donde las haya) para persuadirte.
Si ese acento es tu preferido (o cuando menos el de Nicole) nada podría ser mucho más simple: aquí tienes una lista completa de tutoriales para estudiar inglés en Australia a fin de que te animes a aprenderlo.
Impulso de Bembo
Pietro Bembo fue un poeta veneciano y apasionado del italiano toscano. Al leer las proyectos de Petrarca, decidió que había escrito el más destacable italiano de todos y que era hora de que el idioma por último tomara su sitio entre los lenguajes literarios mucho más esenciales de todo el mundo.
Mientras que vivía en la localidad medieval amurallada de Urbino, Bembo escribió su obra mucho más conocida, Prose de ella Volgar Lingua («Prosa en lengua vulgar»).
Japonés
Otro de los lenguajes escritos mucho más bellos de todo el mundo, el japonés es extensamente considerado como un idioma estéticamente precioso. Piense en la caligrafía hiragana, sin nombrar varios de los kanji nipones mucho más preciosos, como 愛 (ai) – amor, o 魅 (mi) – que significa hermosura extraña y impresionante.
Además de esto, el idioma japonés ha producido el haiku, la extraña y bella forma de poesía. Y, como el portugués, tiene dentro una sucesión de expresiones preciosas y también intraducibles.
El valor inseparable
Entre los hispanohablantes, es muy habitual oír que la lengua francesa es un idioma bello y la lengua alemana es bastante feo, y bastante menos el chino o el japonés, que a la mayor parte les resulta «horrible». . Y sucede que hay lenguas que resultan mucho más agradables para los hablantes de una lengua que de otras; pero de que es dependiente del sonido?
A lo largo de varios años se consideró el «valor inseparable» como una característica de una lengua y esta hipótesis nos llevó a meditar que había lenguas que en sí mismas eran mucho más interesantes que otras; Ciertos sonidos se consideraban biológicamente mucho más agradables que otros, como el del jilguero en oposición al del cuervo, o el del agua cayendo en una fuente en oposición al de un tornado. Entonces, si hubiese sonidos mucho más agradables, asimismo podría haber mejores lenguajes que otros. Antes del siglo XIX, esta hipótesis era la más habitual. “Si equiparamos una pronunciación con otra, siempre y en todo momento va a ganar la mucho más hermosa”, afirmaban. Pero esta hipótesis, aparte de ser tautológica —por el hecho de que, ¿qué es inherentemente precioso? ¿Por qué razón lo precioso es precioso?—, es anacrónico, pues no existe nada que sea “hermoso por naturaleza” y en nuevos análisis se vió como nuestra percepción de la hermosura es siempre y en todo momento cultural y aprendida. Peter Trudgill, Nancy Niedzielski y Howard Giles,1 Laurie Bauer y Peter Trudgill, Language Myths; Londres: Penguin Books, 1998.