Pese a su impresionante fachada y de estar en la cima de la cadena alimentaria, los tiburones tienen predadores. Una de ellas son las orcas, que cazan enormes tiburones blancos como alimento.
Este domingo Palma volvió a festejar su clásico correfoc, que puso fin a las fiestas de Sant Sebastià. A las siete de la noche, nueve conjuntos de diablos y tres bestias abandonaron el Puente de Sa Riese, fingiendo escapar del mismo Infierno. A lo largo del correfoc, bestias y diablos quemaron unos 400 kilogramos de pólvora.
Este año fueron mucho más de 250 demonios y 170 personas las que jugaron en las distintas batucadas que pusieron la banda sonora del correfoc al lado de los permanentes silbidos que soltaba la pólvora. Las bestias hicieron un largo paseo por Jaime III, que se llenó de cientos y cientos de personas cautivadas por el fuego y las chispas que soltaron los diablos tras un par de años sin esta celebración.
El temor al tiburón blanco
Pero pese a esto, no tenemos la posibilidad de decir que los tiburones estén eludiendo instintivamente a sus predadores o que se sientan intimidados por las orcas pues tuvieron combates en el momento de apresar elefantes marinos. Sea lo que sea, los tiburones nadan lo mucho más veloz que tienen la posibilidad de para eludir estar en exactamente la misma región que las orcas.
El peor enemigo de los tiburones
Los enormes tiburones atacan a los delfines, en especial a las crías muy jóvenes ahora los delfines mayores enfermos, en tanto que son los individuos mucho más enclenques y atacables. Los tiburones son los primordiales predadores de los delfines en ciertas secciones de todo el mundo, como en la Commonwealth de Sarasota, Florida, donde una tercer parte de los delfines tienen cicatrices por mordeduras de tiburones, y en los delfines que viven en las aguas ribereñas australianas.
La primordial virtud de los delfines contra los asaltos de tiburones es la seguridad en número; se reúnen en manadas y se defienden del ataque de un tiburón persiguiéndolo y atacándolo. Los delfines tienen la capacidad de resguardar a los integrantes atacables de sus manadas y familias extendidas, como delfines jóvenes y delfines heridos o enfermos. Los delfines utilizan sus fuertes morros como un arma vigorosa para agredir a los tiburones, apuntando a sus suaves vientres y branquias para infligir lesiones.
CITES regulará el comercio de tiburones mako para resguardar la clase
Jorgensen, S.J., Anderson, S., Ferretti, F., Tietz, J.R., Chapple, T., Kanive, P . , … & Bloque, BA (2019). Las orcas redistribuyen la presión de nutrición del enorme tiburón blanco sobre las focas. Scientific Reports, 9(1), 6153. doi: diez.1038/s41598-019-39356-2
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