Dra. Higinio Balparda, Jefe de la Unidad de Cardiología y Coronario de Conjunto Gama, nos ofrece sus sugerencias para revisar si somos potenciales aspirantes a un infarto.
El infarto de miocardio pertence a las primordiales razones de fallecimientos, en especial de muerte inopinada o súbita. De aquí es de donde surgen las intranquilidades más que nada género de mal en el pecho que experimentan la gente. Esencialmente, los infartos de miocardio se expresan con mal en el pecho, esto sucede en el momento en que se obstruye una arteria coronaria. Las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco. El corazón, aún con una arteria obstruida, prosigue latiendo y consumiendo energía (oxígeno), provocando de esta forma un desarrollo inflamatorio por el que mueren las células del músculo cardiaco. Es tal como se genera el mal, llamado “angor”, mucho más popular con el nombre de angina de pecho.
¿De qué manera se genera un infarto agudo de miocardio?
Si los causantes de peligro de infarto de miocardio se sostienen en el tiempo, se puede ocasionar un infarto. En términos en general se genera la próxima secuencia:
- Las arterias coronarias reducen de diámetro gracias a un coágulo (trombo) o exceso de colesterol en sus paredes (aterosclerosis).
- Al reducir el fluído sanguíneo (isquemia) el oxígeno no llega al corazón.
- El corazón, al no recibir bastante oxígeno, no puede producir energía para desplazarse.
- Si esto no se revierte velozmente, las células del tejido que no reiben sangre mueren (el tejido del corazón se necrosa).
Autores
- Dra. Jorge Martínez Garrido
Cardiólogo. Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol.