Un gramo de cocaína vale 15 líneas. La ración día tras día de J. era de cinco gramos, 75 «shots». En las noches de celebración bajaban diez y 12 gramos en escasas horas, entre 150 y 180 líneas.
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Dosis, vía de administración y continuidad de consumo de cocaína
Con la cocaína sucede algo afín a otras drogas o al alcohol. Si el consumo es puntual y en pequeñas proporciones (consumo ocasional), los efectos son transitorios y prácticamente inapreciables al día después. No obstante, si el consumo es repetido (consumo crónico) o en enormes proporciones, los síntomas se acentúan y son mucho más severos. Cabe indicar que, si bien no haya síntomas por el consumo ocasional de cocaína, las pruebas de detección de cocaína tienen la posibilidad de detectar contactos anteriores con esta sustancia a lo largo de múltiples días.
La dosis de cocaína establece el instante de detección de la sustancia y asimismo los síntomas al día después del consumo de coca. Es requisito recalcar que cualquier clase de contacto con la cocaína supone una «intoxicación por cocaína». Si el consumo se genera en enormes proporciones (aun ocasionalmente), puede ofrecer rincón a una sobredosis de cocaína. La toxicidad aguda relacionada con la sobredosis de cocaína puede ocasionar acontecimientos probablemente fatales que tienen dentro conmociones, insuficiencia cardiovascular o depresión respiratoria. O sea mucho más posible tratándose de un consumo crónico o en el momento en que existe dependencia a la cocaína.
Quisiese entender a lo largo de cuánto tiempo se puede advertir el consumo de cocaína en sangre y orina.
Me inquietó leer que por el género de detección se puede ofrecer un falso positivo por haber fumado canutos bastante tiempo después (gracias a la liberación progresiva de cannabinoides del tejido adiposo). ¿Asimismo es viable ofrecer un falso positivo en la situacion de la cocaína? Muchas gracias.
TAVAD RESPUESTAS: La cocaína tiene una historia extendida y complicada. Gracias a su empleo médico extensamente recibido (hasta principios del siglo XX), se ha estudiado a lo largo de mucho más de un siglo. En este momento considerado bastante arriesgado para ser un régimen médico recibido, se han creado muchas pruebas para advertir el consumo de cocaína.
¿Qué es la cocaína?
La cocaína es un alcaloide incitante del sistema inquieto central extraído de la planta Erythroxylon Coca. Es una base nitrogenada, benzoilmetilecgonina. Se absorbe de manera fácil por la área de las mucosas, consumiéndose en distintas preparaciones, por poner un ejemplo, hoja de coca, pasta de coca, clorhidrato y alcaloide de cocaína, crack, sal en polvo mezclada con bicarbonato de sodio). En la vida de un dependiente a la cocaína, la cocaína genera hiperactividad de 2 neurotransmisores: la norepinefrina y la dopamina, y reduce la concentración de serotonina.
El efecto que genera la cocaína hay que a la acumulación de dopamina en el núcleo accumbens cerebral. Se metaboliza enzimáticamente en el hígado, eliminándose eminentemente por medio de la orina y en menor medida mediante la saliva y el sudor. La cifra tóxica frecuenta rondar los 0,20 a 0,30 g, logrando llegar a los 3 gramos en adeptos.
La manera de ingerirla influye en la cantidad ingerida
Cuanto mayor sea el nivel de dependencia de la persona a la cocaína, mayor va a ser su ingesta, en tanto que lo que se administra en un inicio en pos de unos efectos (euforia, socialización, etcétera.) se considera entonces en condiciones normales. Por su parte, la manera de administración de la substancia influye de forma directa en su aptitud adictiva. De las tres formas más frecuentes, que son el soplo nasal, el humo oral y la inyección venosa, estas 2 últimas son las que causan una dependencia mucho más intensa. Si se combina la cocaína con la heroína, la adicción es aún mayor.
En la sociedad de la cual formamos parte tenemos la posibilidad de distinguir 2 géneros de usuarios de cocaína dependiendo de la continuidad de administración de la sustancia. La evolución del consumo va de popular a solitario en el momento en que lo que era una ingesta ocasional de cocaína, en un ámbito festivo y de relaciones sociales y por norma general adjuntado con el consumo de alcohol, pasa a ser un consumo períodico y en soledad, sin un contexto lúdico. Esto da sitio a la separación entre individuos ‘fin de semana’ y individuos solitarios, a pesar de que los primeros, habitualmente, terminan desplazándose hacia los segundos.