A lo largo de la temporada de cría, las hembras tienen la posibilidad de desovar un número de 1.950 ? 7.160 huevos (Gónzalez de la Vega, 1988) o un promedio de 2.309 huevos (Hotz et al., 1994). Ciertos de ellos tienen la posibilidad de desovar 2 e inclusive tres ocasiones a lo largo de la temporada de reproducción.
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*Imagen primordial: novedosa rana de cristal de Manduriacu. Fotografía: José Vieira/Tropical Herping/USFQ.
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Nacimiento y reproducción de las ranas
De media, los huevos pasan algunas semanas incubando en el agua y después eclosionan las larvas. En el instante de la eclosión, las larvas quedan atrapadas por el material gelatinoso que pertenece a las hileras de los huevos y solo tienen la capacidad de liberarse unos días después. En los primeros días del avance larvario, las ranas no tienen boca, en verdad, la cabeza solamente se distingue del resto del cuerpo. Su sustento en esta etapa está asegurado por las reservas que ya están en las gemas.
Cuando se han creado la boca, las aberturas nasales, las aberturas anales y el pico córneo, tenemos la posibilidad de charlar de la transformación de larva a renacuajo. Esta es la primera etapa de la extendida metamorfosis que tienen que atravesar las ranas para llegar a el aspecto de mayores. En esta temporada, los renacuajos tienen un cuerpo ovalado que acaba en una extendida cola, que les asiste para nadar.
Ranas en la nata
Había una vez 2 ranas que cayeron en un bol de nata.
Instantaneamente sintieron que se hundían, era irrealizable nadar en esa masa densa como arenas movedizas.