Repasando la iniciativa: el cero absoluto corresponde al cero de la escala de temperatura absoluta, cuya unidad de medida es el nivel Kelvin, (nivel K abreviado, en honor al físico Lord Kelvin), y su valor coincide con una temperatura de 273 .15 ?C en negativo (o ?273.15 ?C) en la escala de grados Celsius más habitual
El cero absoluto es la temperatura mucho más baja viable. Teóricamente, las partículas subatómicas perderían su energía, con lo que electrones y protones se unirían en lo que se conoce como «sopa cuántica». La temperatura del cero absoluto es -273,15°C o 0° Kelvin. A esta temperatura, el nivel de energía interna del sistema es el mucho más bajo viable, con lo que las partículas, según la mecánica tradicional, no detallan ningún género de movimiento; no obstante, según la mecánica cuántica, el cero absoluto debe tener una energía residual, famosa como energía de punto cero. Esta temperatura marcha como punto de inicio para las escalas Kelvin y Rankine.
Cero absoluto
La escala de temperatura Kelvin se determinó basado en la escala Celsius, pero con el punto de inicio en el cero absoluto.
La escala de temperatura absoluta que se ajusta a la escala Celsius se llama escala Kelvin (K), y la escala absoluta que se ajusta a la escala Fahrenheit se llama escala Rankine (R). Los puntos cero en las dos escalas absolutas representan exactamente el mismo estado físico. Las relaciones entre las escalas de temperatura absoluta y relativa se detallan en las próximas ecuaciones.
De qué forma llegar al cero absoluto
Hoy día, el cero absoluto todavía es una temperatura teorética. Hasta la actualidad, no fué viable lograr una temperatura tan baja. Pero estuvo muy cerca, puesto que el Centro Tecnológico de Massachusetts (MIT) logró hacer temperaturas de -273,14°C en el año 2003. Esto se logró enfriando un gas en un campo imantado.
Si bien la ciencia puede arrimarse bastante a esta temperatura en los laboratorios, la tercera ley de la termodinámica recomienda que el cero absoluto es realmente difícil de lograr.