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Dónde se encuentra el corazón de una mujer

El corazón está en el tórax tras el esternón y por enfrente del esófago, la aorta y la columna vertebral. A los dos lados están los pulmones. El corazón descansa sobre el diafragma, un músculo que divide las cavidades torácica y abdominal.

Karina de la Paz Reyes

El órgano solicitado de conquistar es el cerebro, si bien la sensación fisiológica está en el corazón, explicó Fabio García García, estudioso del Centro de Ciencias de la Salud. en la charla magistral “El cerebro con pasión” en el campo del XVII Simposio de Graduación Básica en Otorrinolaringología, convocado por la Capacitad de Medicina de esta casa de estudios.

Tamaño: El corazón de los hombres es mucho más grande que el de las mujeres

El tamaño es la primera diferencia entre el corazón de un hombre y el de una mujer. Si bien por supuesto no sucede en todos y cada uno de los casos, por norma general el físico masculino es mucho más grande que el femenino, y esta característica asimismo se traslada al corazón y las arterias, que tienden a ser mucho más pequeñas en las mujeres que en los hombres. Las hormonas sexuales son las causantes de esta disparidad de tamaño, puesto que la testosterona masculina incrementa el tamaño de las arterias y los estrógenos femeninos lo dismuyen.

¿Cuáles son las secuelas del tamaño del corazón sobre la salud cardiovascular en hombres y mujeres? El tamaño mucho más pequeño de las arterias pone a la mujer en mayor peligro de coágulos sanguíneos u obstrucciones arteriales y asimismo provoca que sea mucho más bien difícil efectuar una angioplastia o una cirugía de derivación.

Entonces, ¿qué tenemos la posibilidad de realizar para proteger el corazón de nuestras mujeres?

  • Mentalizar de que estas diferencias hay y de esta manera prosperar el trámite diagnóstico.
  • Los síntomas «atípicos» han de ser vistos como propios de las mujeres y han de ser tomados seriamente por los médicos.
  • Las pruebas cardiovasculares dependiendo del perfil de peligro de la mujer se tienen que efectuar periódicamente, como acostumbramos a realizar con los hombres.
  • Debemos acortar el tiempo de diagnóstico y también comienzo del régimen.
  • Los médicos tienen que entender los distintos enfoques del corazón femenino y tratar los causantes de peligro y las patologías consecuentemente.
  • Y, naturalmente, los estudios de ciencias médicas en curso asimismo proseguirán marcando el sendero hasta el momento en que la brecha de género por último se cierre, cuando menos desde la perspectiva del corazón.

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