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Por qué el alcohol me pone agresivo

Esto hay que al efecto del alcohol en el cerebro. La corteza prefrontal juega un papel esencial en la planificación de nuestras actitudes, de qué manera establecemos preferencias y también inhibe nuestro accionar impulsivo.

Desde el primer consumo hasta el avance de dependencias graves o aun inconvenientes neurológicos, hay 4 etapas: prealcohólica, alcoholismo temprano, etapa vital y una última etapa crónica.

1. Etapa prealcohólica: El alcohol se usa para calmar estados sentimentales desapacibles. La cantidad consumida está incrementando sutilmente. El cuerpo se habitúa y se lleva a cabo la tolerancia. No hay inconvenientes funcionales ahora mismo. 2. Etapa prodrómica: Hace aparición de manera progresiva y lenta. Incrementa la necesidad de consumo y cambia el accionar de consumo: Mayor nivel alcohólico, meditar en tomar, tomar de un trago o mucho más veloz, tomar a ocultas, etcétera… 3. Etapa crítica: No poder parar el consumo una vez iniciado, pérdida de control, cambios de humor Se perjudica el desempeño psicológico, familiar y laboral. Hace aparición el autoengaño. La persona enfoca su historia en el alcohol mientras que desatiende otras áreas. Se muestran los primeros síntomas físicos de consumo. 4. Etapa crónica: hace aparición el síndrome de abstinencia que provoca que te emborraches prácticamente sin interrupción. Deterioro severo de la vida de la persona, ocaso popular. Tiene síntomas orgánicos. Tienen la posibilidad de finalizar consumiendo sustitutos del alcohol económicos. En esta etapa probablemente halla (paradójicamente) una disminución de la tolerancia al alcohol.

Cambios en la agresividad por el consumo de drogas

Es un hecho comprobado que las formas de proceder violentas tienen la posibilidad de ser causa o consecuencia del efecto de las drogas sobre el organismo. El consumo de esta clase de substancias hace un cambio en el desempeño de la corteza prefrontal, que es parte del cerebro que juega un papel esencial en la regulación del accionar y la toma de resoluciones y, consecuentemente, en la agresividad.

Estas son las drogas que desarrollan mucho más agresividad.

¿Cuándo parar?

Hay un punto donde debemos parar, y es justo en la mitad de un vaso. “Lugar desde el que nos inhibimos y no somos nosotros”, ha dicho la estudiosa universitaria.

Al generar dopamina, la corteza prefrontal del cerebro se inhabilita y con eso la gente distribuyen información que no afirmarían responsablemente. «De todos modos, deberías creerles a medias, pero generalmente, el filtro se ha perdido». En verdad, se parece mucho a «la sustancia de la realidad, es el instante en que somos mucho más atacables gracias a un efecto farmacológico».

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