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Por qué el alcohol relaja

En un inicio y en pequeñas dosis, el alcohol semeja accionar como un incitante, en tanto que hace latir mucho más veloz el corazón y da mucho más energía. No obstante, próximamente actúa como un depresor, inhibiendo la acción del sistema inquieto central, lo que retrasa los tiempos de pensamiento y reacción.

En el momento en que alguien procura dejar de tomar, comienza a meditar que su fuerza de intención es precisa y bastante para dejar de tomar. Pero más allá de que es verdad que la fuerza de intención es una condición que se requiere para el régimen del alcoholismo, no es una condición bastante. Un individuo se pregunta: “si logro coordinar un conjunto de individuos, puedo estar haciendo un trabajo tantas horas para llegar a una misión, entonces ¿de qué forma posiblemente mi intención no sea bastante en el momento de dejar de consumir alcohol?

Primeramente, es esencial comprender si la persona es adepta al alcohol. Si no es de esta forma, y el consumo no llegó a los límites donde el consumo elevado de alcohol no es una adicción, es realmente posible que la fuerza de intención, aparte de precisa, sea bastante para dejar el alcohol.

¿Una copa de vino cada día verdaderamente sostiene distanciado al médico?

La creencia de que una copa de vino cada día sostiene distanciado al médico debe su fuerza de convicción a la paradoja francesa. Esta paradoja fue descubierta en 1992 y se apoya en la observación de que Francia tiene tasas históricamente bajas de anomalías de la salud del corazón, pese a la característica dieta francesa de pan y queso. Tras este hallazgo, los estudiosos teorizaron que la prioridad común por el vino tinto entre la multitud de Francia es la clave de la paradoja.

Ciertos estudios dieron crédito a esta noción, insinuando que las características antioxidantes presentes en el vino tinto tienen la posibilidad de proveer provecho cardioprotectores. No obstante, otros estudios detallan escepticismo. El fundamento del escepticismo es que es bien difícil detallar una conexión clara entre el consumo moderado de alcohol y las tasas mucho más bajas de anomalías de la salud del corazón. De cualquier forma, la investigación no es concluyente sobre el encontronazo del vino tinto en la salud. En lo que se refiere a la paradoja francesa, probablemente otros causantes relacionados con el modo de vida y la dieta contribuyan a las bajas tasas de patologías cardiacas en Francia.

Un círculo vicioso

Hay personas que sufren trastornos de ansiedad y que consumen alcohol u otras drogas para realizar en frente de sus inconvenientes y conmuevas, lo que con el tiempo solo les crea mucho más ansiedad y padecimiento.

Otra gente, por contra, empiezan a tomar alcohol sin control, construyendo una adicción; y como producto de esta patología aparece la ansiedad en sus vidas. Entonces, en el momento en que desean dejar de tomar, no tienen la posibilidad de por el hecho de que el nivel de ansiedad es tan enorme que no tienen la posibilidad de aguantarlo.

¿Cuándo parar?

Hay un punto donde debemos parar, y es justo en la mitad de un vaso. “Lugar desde el que nos inhibimos y no somos nosotros”, ha dicho la estudiosa universitaria.

Al generar dopamina, la corteza prefrontal del cerebro se inhabilita y con eso la gente distribuyen información que no afirmarían responsablemente. «De todos modos, deberías creerles a medias, pero generalmente, el filtro se ha perdido». En verdad, se parece mucho a «la sustancia de la realidad, es el instante en que somos mucho más atacables gracias a un efecto farmacológico».

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