Si bien la genética y las hormonas influyen en la acumulación de grasa en el abdomen, el sedentarismo y una dieta rica en grasas sobresaturadas son las primordiales causas. La grasa que queda retenida dentro del abdomen es muy perjudicial pues incrementa la resistencia a la insulina en los tejidos.
Sedentarismo
El ejercicio es de las mejores maneras de sostener activo el metabolismo y abrasar calorías, con lo que el ejercicio regular es una medida clave para lograr el peso ideal y no recobrarlo en todo el tiempo. Por este motivo, los especialistas e inclusive la Organización Mundial de la Salud aconsejan realizar ejercicio por lo menos 30 minutos cada día.
Además de esto, el ejercicio asiste para hacer mas fuerte la salud cardiovascular, previniendo de esta forma ciertas anomalías de la salud de este sistema. Ciertos estudios científicos señalan que hay una relación directa entre la pérdida de grasa en la panza y el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT).
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Cambios hormonales
Los cambios hormonales asimismo causan acumulación de grasa en torno a la cintura, en especial en mujeres menopáusicas. No obstante, asimismo puede perjudicar a pequeñas con altos escenarios de estrógeno.
Una dieta balanceada, de la que charlamos, asimismo es clave para regular las hormonas, tal como ciertos suplementos concretos, como la maca, según este estudio de la Facultad Peruana Cayetano Heredia (Perú).
La grasa del vientre no es como cualquier otra grasa
La grasa que se amontona en el vientre es considerablemente más dañina. Lleva por nombre grasa visceral y es la que no te permite abrocharte los pantalones como antes. Pero esto, quizás, no es lo más esencial.
La grasa visceral se relaciona con otros muchos géneros de problemas médicos, como el peligro de diabetes y inconvenientes cardiovasculares, entre aquéllos que resaltamos trastornos como: trombosis, arterioesclerosis, hipertensión arterial, dislipidemia, insuficiencia coronaria y retinopatía.