Esto se frecuenta atribuir a la pérdida de flotabilidad, pero el origen puede deberse a múltiples componentes, desde un fallo material al humano, pasando por la rotura de los grifos del fondo, una ola, un choque con piedras o alguna objeto a flote ahora la deriva, se reportó la separación de entre las cañerías de
Santa, en la zona de Ancash.
La embarcación pesquera llamada «OCEÁNICA 1», matrícula PT-05249-CM, propiedad de la compañía Arsan SAC, en instantes en que navegaba en la región de pesca, entre las coordenadas S 09′ 06 58 – W 078º 35 17, a una hondura de 5,3 residuos, chocó con el tubo del emisor submarino APROFERROL, ocasionando un orificio en la una parte de estribor del buque y, como resultado, el hundimiento del buque.
Principio de Arquímedes para una navegación segura
La contestación a esta inquietante pregunta es que los elementos no flotan por su peso, sino más bien por su consistencia. La fabricación de un barco, ya que, se apoya en el principio de Arquímedes: «Un cuerpo sumergido en un líquido actúa sobre una fuerza de empuje (de abajo hacia arriba) igual al peso del líquido apartado». De esta manera, la relación entre el peso del objeto y el peso del agua que desplaza es lo que deja al humano desplazarse por el medio marino sin hundirse.
No obstante, no hemos terminado de argumentar el desarrollo de flotación. Vamos a proseguir. Toda vez que ponemos un elemento en el agua suceden 2 cosas. Por una parte, el agua experimenta una fuerza ascendiente que procura sostener el objeto a flote. Por otra parte, desplaza el agua pesada y estimula este desarrollo. El principio de Arquímedes, que enseña en expresiones mucho más entendibles, es que la fuerza de flotación es igual al peso del agua que desplaza el objeto. Así, un bote es pesado, pero el agua que desplaza asimismo es pesada y puede sostener el bote a flote.
Nuevos patrones de accionar en las orcas
La CA afirma que “Desde 2020 hay un nuevo patrón de accionar en una población de orcas que se nutren y prosiguen la migración de túnidos del Mediterráneo desde el Ajustado de Gibraltar y en dirección oeste y norte en torno a la Península Ibérica en el transcurso de un periodo de múltiples meses.
“Desde unos pocos jóvenes particularmente determinados, la conducta de pegar/pegar los cascos de pequeños yates y timones dañados se expandió a otros jóvenes y mayores. Se aseguró que hasta el 15% de los yates que experimentaron y notificado este accionar tuvieron que ser remolcados a puerto. En esta etapa, los científicos no tienen idea por qué razón un número con limite de orcas exhibe este accionar y se precisan medios legales para saber o reducir las relaciones».