Los caracoles acostumbran a tener hábitos en la mayoría de los casos nocturnos, o sea, en sepa de luz, con lo que si bien tengan unos cuantos ojos, la visión no pertence a los sentidos mucho más desarrollados.
Entendemos que hay inquietudes existenciales sobre la naturaleza que no solo tienen los mucho más jóvenes, sino los mayores, por vergüenza o por práctica, no resuelven.
Entre los mucho más populares es en el momento en que, tras una lluvia, las calles y caminos son asolados por nuestros entretenidos y pausados amigos: LOS CARACOLES. Tras unos días, el sol regresa a relucir y no observamos un solo caracol hasta la próxima lluvia.
La temporada de caracoles en Córdoba es del 26 de febrero al 26 de mayo
La tradición de los caracoles en Córdoba es tal que hasta tiene temporada, y si bien en otras ciudades asimismo existe la práctica de comer ellos, pero aquí es el único rincón, afirmaríamos en el planeta, que tiene puestos concretos para prestar esta tradición.
Los caracoles en las etnias viejas
Aparte del caracol en espiral, la lentitud del caracol lo hacía poner énfasis entre otros muchos animales. Estos no eran extraños para los hombres en las etnias viejas, quienes han comenzado a atribuir simbología relacionada con los caracoles. Hasta hoy, el caracol es un símbolo de la pereza, entre los errores capitales del cristianismo.
En verdad, la lentitud del caracol lo convirtió en un animal asociado con frecuencia con la pereza, y asimismo se ha usado como una parte del lenguaje metafórico. Al tiempo que en varias áreas es más habitual llamar a alguien lentísimo “tortuga”, en otras áreas a un individuo con movimientos pausados asimismo se le llama “caracol”, o diríase que anda a “paso de caracol”.