Las temperaturas increíblemente frías o húmedas son peligrosas pues tienen la posibilidad de ocasionar patologías y lesiones ocupacionales como hipotermia, congelación, pie de trinchera y sabañones.
La exposición al frío desata la aparición de ciertas anomalías de la salud en personas susceptibles, ayudando además de esto a agudizar o descompensar otras nosologías que sufrían de antemano. Si bien parezca extraño, sus efectos empiezan a observarse a temperaturas parcialmente moderadas, entre 4 y 8ºC, con lo que es requisito estar alarma no solo en el momento en que las temperaturas son increíblemente bajas, sino más bien a lo largo de todo el invierno. A la inversa de lo que pasa con las olas de calor, no hay un fenómeno tan claro de aclimatación al frío, siendo mayor su encontronazo conforme avanza el periodo de tiempo invernal.
El frío radical perjudica a nuestra salud primordialmente de las próximas formas:
Luchando el frío en el hogar
En Vivienda Saludable intentamos en hondura los inconvenientes derivados de la temperatura y las resoluciones para batallar él. De ahí que deseamos recalcar que para tener un hogar sano y saludable es requisito tener un perfecto aislamiento térmico para batallar el frío y defendernos de los daños que este logre ocasionar.
Patología renal
Si bien el sistema renal no está relacionado con la regulación de la temperatura, ciertas condiciones tienen la posibilidad de ocasionar de forma indirecta la sensación de frío, según estudios.
Publicación en la página de la organización estadounidense sin ánimo de lucrar AARP resalta que la patología renal probablemente sea uno de los desencadenantes de la incesante sensación de frío. ¿La razón? Los riñones no marchan apropiadamente para filtrar la sangre y los desechos peligrosos tienden a acumularse, lo que hace este género de síntomas.
Infecciones virales
Entre los efectos del frío en la salud es la disminución de las defensas del sistema inmunológico, lo que nos hace mucho más atacables a las anomalías de la salud virales. Además de esto, las bajas temperaturas hacen más fácil la supervivencia de los gérmenes. De ahí que en invierno incrementan claramente las situaciones de resfriado o gripe.
Es común que el frío aumente el mal y la rigidez en las articulaciones de los pacientes diagnosticados de artrosis y artrosis. La causa primordial es que los cambios en la presión atmosférica causan cambios en las terminaciones inquietas que desarrollan mal.