Las temperaturas increíblemente frías o húmedas son peligrosas por el hecho de que tienen la posibilidad de ocasionar patologías y lesiones ocupacionales como hipotermia, congelación, pie de trinchera y sabañones.
La exposición al frío desata la aparición de ciertas anomalías de la salud en personas susceptibles, ayudando además de esto a agudizar o descompensar otras nosologías que sufrían de antemano. Si bien parezca extraño, sus efectos empiezan a observarse a temperaturas parcialmente moderadas, entre 4 y 8ºC, con lo que es requisito estar alarma no solo en el momento en que las temperaturas son increíblemente bajas, sino más bien a lo largo de todo el invierno. A la inversa de lo que sucede con las olas de calor, no hay un fenómeno tan claro de aclimatación al frío, siendo mayor su encontronazo conforme avanza el periodo de tiempo invernal.
El frío radical perjudica a nuestra salud primordialmente de la próxima forma:
Inconvenientes de tiroides
Si padeces frío y fatiga, piel seca, caída del pelo o quebradizo y aumentas de peso, esto podría deberse al hipotiroidismo.
Por norma general, la gente con inconvenientes de tiroides acostumbran a tener una temperatura mucho más baja y una mayor sensibilidad al frío, así como se aprecia en una publicación efectuada en el Centro Nacional de Información Biotecnológica.
Mal articular
Es muy recurrente que el frío aumente el mal y la rigidez articular en pacientes diagnosticados de artrosis y artrosis. La causa primordial es que los cambios en la presión atmosférica causan cambios en las terminaciones inquietas que desarrollan mal.
Otra patología causada por el frío es la hipotermia, que se genera en el momento en que la temperatura corporal desciende bajo los 35ºC. Los primeros síntomas son escalofríos, escalofríos, incremento del ritmo respiratorio y cardiaco, contracción de manos y pies… Si el cuerpo no recobra el calor, se muestran síntomas mucho más graves como contrariedad para desplazarse, somnolencia, confusión mental… Por último, puede conducir a la falla de los órganos vitales y en consecuencia a la desaparición.
Hipotermia
Desde el criterio médico, la disminución de la temperatura corporal se conoce como “hipotermia”. Entendiendo 37ºC como la temperatura corporal habitual del cuerpo humano, cualquier medida inferior a 35ºC efectuada en el recto se llama hipotermia. La hipotermia sucede en el momento en que el cuerpo pierde mucho más calor del que puede producir y por norma general es ocasionada por una exposición prolongada al frío.
• Vasoconstricción cutánea (disminución del suministro de sangre a la piel) para achicar la pérdida de calor por medio de la piel. • Incremento de la actividad cardiovascular (incremento de la presión arterial, continuidad cardiaca). • Incremento de la cubierta de aislamiento (erección del pelo). • Incremento de la producción de calor metabólico (temblores, escalofríos). El frío elimina las respuestas inmunitarias. Este fenómeno es, en parte, el motivo del mayor número de contagios que se generan a lo largo de los meses de invierno. En verdad, la fiebre (elevación de 1 o 2º) de la temperatura optimización la contestación inmunitaria y hace difícil la multiplicación de ciertos gérmenes. El efecto del frío sobre la aparición de patologías es indirecto, el frío crea cambios en el organismo que en la práctica causan su asociación con el peligro de enfermar o fallecer, habiéndose descrito relación entre la disminución de la temperatura ámbito y el incremento de la urgencia. hospitalizaciones y atención ambulatoria, patologías respiratorias y cardiovasculares, aparte de una mayor mortalidad socia a estos cambios de temperatura. de temperatura, en especial en invierno. Por otra parte, en propiedades del ambiente increíblemente frías, la generación de calor de adentro (metabólico) no compensa la pérdida de calor hacia el ámbito, llegando aun a generar hipotermia interna. La permanencia de estas condiciones por un buen tiempo va a conducir a un deterioro general de los procesos fisiológicos ahora la desaparición, en condiciones menos severas, pero que necesitan de procesos termorreguladores. El sistema cardiovascular es el que mayores solicitudes aguanta, siendo en todas y cada una estas condiciones el mucho más perjudicado en personas en edades extremas (inferiores de 5 años y mayores de 60 años).