En la mayor parte de bares y sitios de comidas de Santander la base con la que se desarrollan los calamares es magano o chipirón (que son calamares enormes) o peludín (que son calamares colosales).
Saliendo del País Vasco, continuando por el norte de España, estamos con la zona de Cantabria. La ruta que trazamos nos dejó conocer Santander, Santillana del Mar, Comillas, San Vicente de la Barquera, el Bosque de Sequóias, Mogrovejo, el Monasterio de Beato Toribio de Liébana y Potes.
Dada su situación geográfica, y la ruta que efectuamos, tenemos la posibilidad de garantizar que su gastronomía proporciona una extensa variedad de modelos, frutos que el Cantábrico trae al interior de sus tierras. A lo largo de nuestra estancia en esta zona de españa logró bastante frío, lo que nos asistió a sentarnos a comer sus sustanciosos platos habituales y degustarlos por varias horas.
Vermutería Solórzano
En nuestra calle preferida para entrenar el deporte del vermut en Santander, no debemos dejar de sugerir este lugar de comidas, que se transforma en parada obligatoria cada sábado y domingos al mediodía. El arte de picotear hace de Solórzano uno de nuestros sitios preferidos para gozar de una aceptable compañía y, evidentemente, de unas buenas láminas de calamar.
Aquí los hallarás al estilo santandereano: calamares frescos, de calidad, cortados del revés y poco cocinados, que los convierten en láminas de calamares que resaltan por su jugosidad (sí, por el hecho de que son admirables, puede preguntar por el punto a su gusto). Naturalmente, les va a acompañar una rodaja de limón, a pesar de que los santandereanos ahora entendemos que es pura decoración. En lo que se refiere a proporciones y costos, no se sirve media ración y el valor de una ración va en relación a la calidad del producto: 12€.
LA PARTE CON LA QUE HARÁS LAS COLAS
En este momento vamos a recortar el tubo de calamar en rodajas finas y, como hemos dicho, enharinarlas y freírlas en una sartén con abundante aceite que iremos a calentar bien antes, por el hecho de que de esta forma van a quedar perfectas y blandas por la parte interior y la masa crocante por fuera. Pertence a los platos mucho más simples y veloces de elaborar, aparte de agradar a todos y ser económico, lo que lo transforma en la ración o tapa idónea para cualquier negocio.
Singularmente en Cantabria habrás oído o visto calamares en vez de calamares o calamares en las cartas de los establecimientos. ¿Es exactamente lo mismo? Lo cierto es que sí, y puede cambiar gracias a su tamaño. En un caso así, son aún mucho más genéricos, mencionando a aros, tiras o trozos de alguna clase de cefalópodo enharinados y fritos en aceite ardiente.