¿Qué es verdaderamente la cocaína rosa? Es el fármaco mucho más costoso del mercado. Un gramo de esta substancia puede valer mucho más de cien euros, el doble que un gramo de cocaína. Lo interesante es que pese a ser famosa como “cocaína rosa” no tiene dentro cocaína en su composición, sino más bien LSD (dietilamida del ácido lisérgico) y éxtasis.
En nuestro mundo hay substancias y animales extraños, lo que los hace importantes para contemplar el ecosistema y asimismo para todos los que comercian con casi todo.
Desde siglos pasados, ciertos minerales o especies fueron considerados de prominente valor y valor, así sea por su extravagancia o por los atributos de la substancia. Si bien por el momento no intercambiemos ni admiremos la sal y la pimienta tal y como si fuesen oro, todavía hay substancias que valen bastante dinero.
Ingresó a Argentina desde Paraguay. En el maletero del vehículo hallaron una substancia extraña. “Es un producto para la fabricación de fármacos”, ha dicho. era de vidrio
Era la tarde del domingo en el Puente En todo el mundo San Ignacio de Loyola, que divide la localidad de José Falcón, en Paraguay, de Clorinda, en Formosa. En aquel momento, atravesar esa frontera podía tomar hasta tres horas. Todo parecía habitual hasta el momento en que le tocó el momento al conductor de un Volkswagen Vento. Algo llamó la atención de los 4 agentes de aduanas que estaban de turno. Lo reafirmaron en el momento en que abrieron el maletero. Parecía mucho más pequeño que un viento.
Al final, no les falló el olfato: al conocer un «doble fondo», los agentes se requisaron de 1.cien gramos de un género de substancia que, en su instante, no supieron determinar qué fue. “Soy farmacéutico; Es un producto para la fabricación de fármacos”, explicó el conductor.
Los cárteles de substancias (sic) actúan como “monopsonistas”, con la oportunidad de imponer costes a los campesinos que no tienen a quién vender.
Precisamente exactamente la misma situación sucede, por servirnos de un ejemplo, con los productores de hoja de coca, quienes se ven forzados a asumir pérdidas en el momento en que sus cultivos son destrozados por las autoridades.
Los cárteles de substancias (sic) actúan como “monopsonistas”, con la oportunidad de imponer costes a los campesinos que no tienen a quién vender. Aun de esta manera, los márgenes de ganancia de las plantaciones de drogas para los campesinos prosiguen siendo bajos. Considerablemente más rentables que otros muchos cultivos, asimismo dependen de las políticas de subvención y crédito de cártel de substancia (sic), algo que pocos gobiernos abordan de forma eficaz, eficaz y eficiente.
Si aceptaran que los avisos son, tras todo, compañías, las autoridades podrían comprender mejor de qué manera marchan.
Entonces, ¿qué tienen que estudiar los gobiernos para batallar el fenómeno del narcotráfico? Tom Wainwright, notero de The Economist, en su libro: