Satisfactorio a la visión y al sentido estético.
La hermosura siempre y en todo momento fué un término subjetivo, lo precioso es imposible detallar bien por el hecho de que tiene un concepto diferente para cada individuo. Durante los años, aun la hermosura puede superar, con lo que siempre y en todo momento hubo inquietudes sobre qué provoca que un individuo sea interesante a la visión. Un extraño estudio científico incursionó en este encontronazo popular, con lo que decidió investigar qué hace atrayente a un hombre y qué lo realiza deseable.
Un trabajo de investigación hecho por el Centro de Neurociencia y Psicología de la Facultad de Glasgow asegura que los aspectos mucho más masculinos no son los que mucho más gustan a las mujeres. Esto es, diríase que, para agradar a una mujer, su rostro debe tener peculiaridades algo estéticas y mucho más femeninas. Se aclaró que un sinnúmero de mujeres señalaron que para una relación extendida procuran un rostro que les inspire seguridad y tiernicidad.
El hombre ideal, el pináculo de la hermosura masculina a la que solicitamos que otros se ajusten, se ajusta a los tropos de la hipermasculinidad
y los permisos de género habituales. Debes ser prominente: tras todo, los hombres bajos no son «hombres». Un hombre guapo ha de ser flaco lo mucho más flaco viable por el hecho de que ser gordito quiere decir que eres perezoso al paso que un hombre ha de ser activo.
Ha de ser musculoso, pues los hombres son fuertes. Los hombres son luchadores. Y naturalmente hay que ser varonil, por el hecho de que un hombre que no posee una chavala en todos y cada brazo no es hombre.