Si se desea explotar al límite el omega 3 del pescado, tal como sus sales minerales, vitaminas y proteínas, es conveniente comerlo a la plancha, asado, estofado o estofado, pero no frito, puesto que este procedimiento , aparte de retener una aceptable proporción de aceite se devalúan los nutrientes de ese alimento.
¿Sabías que rebozar o rebozar es una manera de resguardar los alimentos que iremos a freír? Alguno de estos 2 métodos contribuye a secar los alimentos en el momento en que los cocinamos a elevada temperatura, haciéndolos mucho más jugosos y sabrosos. No obstante, en dependencia de los alimentos que cocinemos, deberemos tener en consideración una secuencia de cosas.
El día de hoy nos centramos en el pescado frito, o pescaíto frito, una tradición que se remonta a la temporada romana y no podría estar mucho más al sur.
Arroz con pescado frito
Si deseas obtener pescado rebozado de harina, no olvides obtener asimismo arroz para acompañarlo. Una increíble iniciativa es elaborar arroz blanco simple salteado con unos dientes de ajo y algo de perejil picado.
Pero si estas buscando algo nuevo, puedes decantarse por el arroz al limón. Es un arroz meloso, semejante al risotto, pero mucho más rápido por el hecho de que no se prepara con mantequilla ni nata. Solo precisarás algo de vino blanco, una pastilla de caldo de verduras, el jugo de medio limón, cebolla, perejil y, naturalmente, arroz.
Un puñado de consejos basta para que no te vuelvas orate en el momento de lavar.
Si no tienes una parrilla a mano, elaborar pescado a la plancha es un genuino exitación, por el gusto que al cocinarlo en sartén oa la parrilla le da a esta frágil carne.
Pescado al horno
Este procedimiento de cocción es ideal, en tanto que mantiene de forma ideal la mayor parte de los nutrientes del pescado, aparte de dejarle cocinar una mayor proporción de alimentos al tiempo. Con un empleo mínimo de aceite, asimismo es un ahorrador de calorías.
Es esencial seleccionar especies resistentes a la temperatura, como el besugo, el bacalao, el rape, el salmón o la dorada. Tienen que cocinarse hasta el momento en que la carne se desprenda de las espinas sin inconveniente.