El principio de Arquímedes nos comunica que ?todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuerza ascendiente llamada impulso, semejante al peso del fluido alejado por el cuerpo?.
Para amoldarse seguramente al planeta submarino es requisito entender de qué forma perjudica la hondura a nuestro cuerpo. La primera cosa que debemos tener claro es que el agua pesa y al bucear nuestro cuerpo va a estar sujeto a presión hidrostática ahora medida que descendemos apreciamos un incremento de esta presión en ciertas zonas de nuestro cuerpo. Particularmente, nuestro cuerpo entiende 4 zonas de aire primordiales que se ven perjudicadas por la presión subacuática: los oídos, los senos paranasales, las vías respiratorias, el estómago y los intestinos. El desarrollo de compensación es primordial para bucear sin inconvenientes y eludir probables lesiones internas. Las ubicaciones de aire de los sistemas respiratorio y digestivo tienen la posibilidad de comprimirse de forma fácil puesto que están rodeadas de tejido blando y tienen la posibilidad de contraerse o extenderse con los cambios de presión. No obstante, las áreas de aire en la cabeza, como las orejas o los senos paranasales, que están protegidas por el cráneo recio, no se tienen la posibilidad de comprimir. De esta forma, conforme descendemos, la presión externa va a ser mayor que la interna y empezaremos a ver dolores en el tímpano que tienen la posibilidad de ocasionar lesiones. Por consiguiente, en el momento en que descendemos, la presión en estas cavidades ha de ser igual a la presión externa de la columna de agua sobre nosotros. Es un desarrollo sencillísimo consistente en apretar la nariz y también procurar despedir el aire por las fosas nasales. Esta maniobra, famosa como maniobra de Valsalva, asimismo igualará la presión de los senos paranasales y resolverá cualquier mareo o vértigo experimentado en tanto que nuestro sistema de equilibrio está situado en el oído. Asimismo tenemos la posibilidad de usar la maniobra de Toynbee, consistente en pellizcar la nariz al tragar, si bien no es conveniente para descensos veloces. Ciertos buzos, gracias a su constitución física, sencillamente tragan su saliva múltiples ocasiones o mueven la mandíbula inferior lateralmente para conseguir que la trompa de Eustaquio, que conecta el oído con la garganta, se abra y deje ingresar el aire que igualará la presión. En todo caso, si disponemos inconvenientes para bajar, es requisito subir un tanto para bajar un tanto la presión y regresar a procurarlo. Es esencial que hagamos esta compensación solamente comenzar a descender sin aguardar a que nos duelan los oídos y además de esto pues es en los primeros metros de la bajada donde mucho más se acentúa el incremento de presión. A lo largo del ascenso, no es requisito que lleve a cabo nada, puesto que la compensación de presión se efectúa de manera automática. Si disponemos inconvenientes con los oídos o los senos paranasales, lo destacado es no sumergirlos para eludir que se agraven mucho más de lo viable. Además, cualquier congestión nasal, como un fácil resfriado, puede tapar las fosas nasales y también evitar que compensemos apropiadamente la presión subacuática; Los descongestionantes no en todos los casos asisten bajo el agua y no debemos bucear mientras que los tomamos. Tampoco es conveniente bucear con tapones para los oídos o algo que apriete los oídos, como una capucha ajustadísima, puesto que van a crear inconvenientes en el momento de compensar.
Presión atmosférica en los oídos
Si bien el cuerpo humano es primordialmente agua, al bucear la presión atmosférica se siente en los espacios de aire del cuerpo, como los oídos, pulmones y senos paranasales. Esta sensación puede ocasionar un malestar profundo, con lo que los tutoriales de buceo tienen dentro técnicas para evitarla y bucear de forma segura para entender mejor los ámbitos de buceo.El consejo mucho más básico tiene que ver con de qué manera lidiar con la sensación en los oídos mientras que buceas. Al comenzar el descenso, se tienen que apretar las fosas nasales con los dedos y exhalar delicadamente por la nariz antes de sentir afecciones o mal.
Esto equilibrará la presión del aire en tu cabeza y vas a poder descender sin inconvenientes. No obstante, si empiezas el descenso y sientes afecciones, quiere decir que comenzaste a exhalar bastante tarde. Sube a la área y reitera la técnica desde el comienzo.
Instrumentos de Navegación
Un submarino debe tener circuitos y sensores correctos para hacer sus operaciones. Los instrumentos de navegación asisten a los individuos a sostener la situación y la situación correctas. Estos se usan para otorgar información sobre la presión, la hondura, la orientación, la aceleración, la temperatura y la dirección del movimiento del submarino. Estos están montados en el submarino y también interaccionan con los controladores para supervisar la orientación del submarino.