Tras la furia hay bastante temor, por supuesto, de algo que les logre llevar a cabo daño o padecer. Tienen bastante temor de caer en el padecimiento y usan la estrategia de la furia para librarse de él.
Carina Saracco y Mauricio Girolamo – Licenciados en PsicologÃa
Aceptación
Pero, ¿exactamente en qué radica la aceptación? Al revés de lo que varios opÃnan, admitir es no resignarse a admitir lo que pasa. Es un desarrollo psicológico activo a través del que admitimos que hay situaciones que no tenemos la posibilidad de supervisar. Por más que procuremos agradar nuestros deseos y esperanzas, no en todos los casos va a ser de esta forma. De esta forma, lo antes posible admitamos que las cosas no en todos los casos van a ocurrir como deseamos, antes vamos a dejar de padecer.
Desde que admitimos que no poseemos control sobre todo cuanto nos circunda, empieza un cambio en nuestra relación con el ambiente. Esta transformación hay que a la liberación de nuestro apego a las esperanzas. Pasamos de contemplar un único resultado viable (el esperado) a algún otro. Si conseguimos el resultado que aguardábamos, vamos a estar contentos. No obstante, si no logramos lo que deseábamos, en vez de enojarnos, tenemos la posibilidad de reajustar nuestro rumbo y ver dónde nos quedamos cortos. De esta forma, asimismo conseguiremos un óptimo estudio.
El lobo negro y el lobo blanco (Cuento cherokee)
Un adulto mayor cherokee le contó a su nieto la pelea que se desarrollaba dentro suyo y dentro de cada humano. Esto fue entre 2 lobos…
Uno es negro: representa envidia, pena, codicia, insolencia, rencor hacia mÃ, siente pena por mÃ, actúa por culpa, tiene un fuerte complejo de inferioridad, engaña, es orgulloso, falso y su ego no posee lÃmites.