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Qué motor trae el Mercury

Sus 5,4 metros de largo contenían un colosal espacio interior. Su motor era un V8 de 4.6 litros y 16 válvulas que generaba 224 caballos de fuerza.

En la década de 1950, múltiples vehículos Mercury formaban una parte de la flota automotriz de Sandducero. Turismos de buen desempeño, sedanes cómodos y buena mecánica propulsados ​​por motores V8 de desempeño probado. Hoy es realmente difícil hallar alguna, pero siempre y en todo momento hay una salvedad y es la que presentamos el día de hoy. Es un sedán Mercury de 4 puertas de 1954. Forma parte a Martín Nikichuk, quien nos comunica que lo tiene en su poder desde meses atrás. Es de poner énfasis que la marca Mercury desarrolló un automóvil redondo a objetivos de los años 40 del pasado siglo, que tuvo bastante éxito. Este emprendimiento tuvo un período de tres años y en 1952 Ford decidió entrar al mercado con coches nuevos en sus fabricantes, anticipándose a la rivalidad que aguardó hasta 1953 para llevarlo a cabo. En 1954, el Mercury cambió poco estéticamente, pero las diferencias eran visibles. La parrilla, por servirnos de un ejemplo, ahora era mucho más sobresaliente y las luces traseras mucho más anchas y interesantes. Por otra parte, contó con una exclusiva suspensión frontal mucho más cómoda y se instaló un nuevo motor V8. Bueno, volvamos al Mercury que mostramos el día de hoy. Su dueño nos dice que no tiene el motor original, el que fue sustituido por un Nissan 2.8 gasoil con caja de cambios de cinco velocidades. Tan rápido como tuvo el turismo en su poder, efectuó el cuidado de todas y cada una de las partes mecánicas, motor, transmisión, caja de cambios, cardán. El trabajo se efectuó amoldando un tren delantero de Ford Falcon, se instaló una llanta inferior de 14”. Se modificaron las luces poniendo las que corresponden al sistema LED, se cambió la batería, se cambió el filtro de aire, se realizó una instalación eléctrica novedosa. Los frenos son de disco enfrente y de tambor detrás, hidráulicos con servo. Asimismo hubo variaciones en el habitáculo, puesto que se quitó el taburete delantero y se instalaron 2 plazas. Nikichuk nos comentó que la iniciativa a futuro es comenzar a trabajar la chapa, dejando la carrocería novedosa, dándole una exclusiva mano de pintura. Este Mercury hoy en día está pintado de colorado y Nikichuk tiene el emblema y la moldura registrados para instalarlo en el momento en que por último se restaure la carrocería.

Asientos de cuero con bancos largos en los asientos delanteros

Abrimos la puerta del Grand Marquis, empleamos el llavero en vez de esos botones de puerta. Sí, cuesta creerlo, pero el manual asegura que se tienen la posibilidad de abrir a través de una combinación que tenemos la posibilidad de preestablecer. Se encuentra dentro de los datos que catalogaríamos aquí como extraños.

El comienzo

De esta manera, en 1937 creó Mercury como una marca que cubriría el hueco en equipamiento, lujo y precio entre Ford y Lincoln, siendo una suerte de turismo de gran lujo ‘entrada’. En el año de su fundación, Mercury gozó íntegramente de carrocerías propias, las que modificaron en 1939 con la introducción del nombre Eight para sus modelos, que han comenzado a comunicar el chasis y monocasco de la carrocería con los modelos Ford, para achicar costes y llevar a cabo mucho más novedosa división mucho más productivo, y se distinguía en múltiples elementos como parrillas, faros y calaveras y, naturalmente, el nivel de gran lujo en sus interiores.

La mecánica asimismo se sostendría prácticamente igual a la de Ford, si bien Mercury ofrecería comodidades que Ford no ofrecería, como una transmisión automática de principios de la década de 1940, algo en ese instante guardado solo para coches de mucho lujo.

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