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Qué parte nos quito Chile

En el Tratado de Ancón del 20 de octubre de 1883, que restituyó la paz entre los 2 países tras la Guerra, Perú cedió el territorio de la provincia ribereña de Tarapacá a Chile de manera perpetua y también incondicional.

Nos agrada firmar una coalición con Plan International Ecuador, uniendo sacrificios para respaldar el avance local. Junto al grupo comunitario de Pronaca visitamos tres comunidades del cantón Guamote, en la provincia de Chimborazo, conociendo de primera mano sus pretensiones. En la ocasión se entregaron 800 gallinas ponedoras a la red social y una charla de nuestra nutricionista Morayma Fierro sobre la relevancia del huevo en la nutrición y avance de pequeñas y pequeños. Además, el gestor Hugo Arévalo, de nuestra finca La Promesa, efectuó una capacitación sobre las cautelas que tienen que tomar las comunidades para una correcta producción de huevos.

Compartimos con ustedes el testimonio de Ángel, expresidente de entre las comunidades de Guamote y de hoy voluntario del Plan Ecuador En todo el mundo, “amigos, tengo 8 hijos y es esencial nutrirlos bien, gracias por que los pude educar y consiguieron estudiar en la facultad. Una aceptable nutrición les deja tener buena memoria, hay que proporcionarles a nuestros hijos una nutrición de calidad a fin de que logren progresar.”

Corrupción y también inestabilidad. La situación antes de la guerra

Desde su creación en 1825, la República de Bolivia fué un continuo vaivén de gobiernos militares y civiles inútiles de detallar un sistema económico y político eficiente. La corrupción fue la regla: en la sucesión de pésimos presidentes y dictadores, en el momento en que uno no birlaba el Tesoro en sepa, otro expropiaba y vendía las tierras de los indios para vendérselas a los capitalistas privados, llevándose el bocado pertinente. En 1876, en otro golpe militar, llegaría al poder el coronel Hilarión Daza, quien vaciaría las pocas arcas para abonar las tropas que lo asistieron a llegar a una presidencia que usó de forma dictatorial.

En Perú, la situación en la época del siglo XIX podría calificarse de poco menos que anárquica. Después de atravesar una guerra contra Ecuador y múltiples guerras civiles, a inicios de la década de 1970, el alcalde de Lima, Manuel Pardo, logró articular un movimiento civil que lo llevaría al poder. Tras procurar ciertas reformas liberales para intentar achicar la gran deuda del país con la venta de guano, no ha podido mitigar la crisis y, si bien logró finalizar su orden en 1876, terminaría siendo ejecutado. Su sustituto, Mariano Prado, se halló con un país en bancarrota, totalmente desunido y con una guerra inminente, inopinada para el Perú.

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