Si andas habituado a rodar a altas revoluciones, e inclusive abusar y cambiar algo de marcha, corres el peligro de recalentar el motor, fundirlo y tener que comprobarlo completamente. ¿Por que es que? Pues entre las RPM que aguanta la primera marcha y la segunda, hay que ir de turno a tiempo.
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Primera marcha, la primera cosa que te hallas al subir al vehículo
En el momento en que te subes al vehículo siempre y en todo momento te hallas en una de estas 2 ocasiones. O contamos el vehículo en punto fallecido por el hecho de que aparcamos en un espacio liso, o contamos una marcha elegida si aparcamos en una colina. Para comenzar a conducir, escogeremos siempre y en todo momento la primera marcha; Existen muchos inconvenientes esenciales relacionados con su caja de cambios número 1.
Antes de nada, debemos tomar en consideración que el primer cambio es el que mucho más comburente consume de todos, puesto que le da mucho más capacidad al motor. O sea evidente, puesto que siempre y en todo momento va a ser la marcha con la que arranquemos en el momento en que estemos parados.
Revoluciones bajas, muchas averías o fallos
En el momento en que las revoluciones son muchos bajas para la agilidad a la que conduces, deberás pisar mucho más intensamente el acelerador a fin de que el turismo responda. No va a hacer mucho más que ahogarse, y los inconvenientes mecánicos tienen la posibilidad de ser graves. Además de esto, en los turismos diésel (que son la mayor parte), los motores desarrollan mucha mugre que no es echada apropiadamente a bajas revoluciones. Estas son ciertas fallas que puede conseguir.
- Junta de culata. Conforme hace más rápido prácticamente al límite, la temperatura en la cámara de combustión incrementa, lo que puede ocasionar que la junta de la cabeza falle. Aun posiblemente se deforme y necesite ser sustituido.
- Desgaste de tubos. A bajas revoluciones y con el pedal prácticamente en el suelo, otra consecuencia es que el pistón deja de subir y bajar online recta y roza contra las paredes del tubo. Resultado: desgaste por fricción y mucho más temperatura.
- Valvula EGR. Esta válvula, que es la responsable de recircular el gas, se obstruye si conduces siempre y en todo momento a una agilidad bastante baja.
- Turbo. El exceso de carbonilla sujeta los mecanismos del turbo y ordena a limpiarlos.
- Filtro de partículas. De nuevo, el exceso de hollín crea inconvenientes. Conforme los filtros se obstruyen y se llenan de partículas, se generan mucho más regeneraciones electrónicas de las deseables (limpieza automática de filtros). Esto incrementa el consumo de comburente, que asimismo termina bajando por el cárter y mezclándose con el aceite. Para resumir, el filtro empezará a fallar y va a deber limpiarse en el taller o sustituirse, y es muy caro.
¿Qué sucede si acelero bastante mi vehículo en punto fallecido?
En el momento en que el turismo está en punto fallecido y se pisa el acelerador, el motor da un giro mucho más veloz, pero el vehículo no avanza. Esto puede parecer inofensivo, pero de todos modos no es así. Si bien el automóvil no se desplaza, el motor trabaja durísimo y puede sobrecalentarse. Asimismo puede dañar el sistema de embrague en tanto que experimenta un mayor desgaste.
Conque, si bien parezca inofensivo, apresurar el turismo en punto fallecido puede ser amenazante para el motor y otros elementos del vehículo.
Acostúmbrate a…
Mira la presión de tus neumáticos por lo menos una vez por mes. Las presiones indicadas por su desarrollador están indicadas en el libro del dueño, dentro del tapón de llenado de comburente, o en el contexto de entre las puertas -comunmente
Con el motor encendido cierto tiempo apagado y en consecuencia frío , la mayoría del aceite se deposita en el cárter. Por consiguiente, en el momento en que lo ponemos en marcha, el motor precisa unos segundos a fin de que el aceite llegue a todos y cada uno de los ‘rinconcitos’ y asimismo a fin de que alcance una temperatura superior, logrando una mejor lubricación. Por todo ello, apresurar en demasía con el motor frío hace un mayor desgaste de adentro del motor.
– Presionando la palanca con la mano
Es posible que te resulte cómodo conducir y tener una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios, puesto que es simple cambio sin la necesidad de cambiar de situación.
Ya que con este accionar nos encontramos ejercitando una presión superflua sobre los mecanismos internos de la caja, acelerando su desgaste y ocasionando inconvenientes en los rodamientos.