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Qué pasa si no me cuido del frío

La exposición al frío radical hace: infecciones respiratorias agudas, gripe estacional, accidentes por quemaduras y también intoxicación por monóxido de carbono.

La exposición al frío desata la aparición de ciertas patologías en personas susceptibles, ayudando además de esto a agudizar o descompensar otras nosologías que sufrían de antemano. Si bien parezca extraño, sus efectos empiezan a observarse a temperaturas parcialmente moderadas, entre 4 y 8ºC, con lo que es requisito estar alarma no solo en el momento en que las temperaturas son increíblemente bajas, sino más bien a lo largo de todo el invierno. Al revés de lo que pasa con las olas de calor, no hay un fenómeno tan claro de aclimatación al frío, siendo mayor su encontronazo conforme avanza el intérvalo de tiempo invernal.

El frío radical perjudica a nuestra salud eminentemente de las próximas formas:

Protege tu piel sensible

Si tienes la piel fina y sensible y deseas impedir la aparición de rojeces o impide que empeoren si las tuviste, es esencial proteger bien tu piel:

  • Adecentar con leche o aguas micelares suaves que hidratan y alivian.
  • Fortalece con artículos sin alcohol ni irritantes.
  • Hidratación y nutrición con activos que endurecen los pilíferos, restauran la barrera protectora de la piel, alivian y refrescan y aportan el agua y los lípidos que precisa.
  • Resguardar del sol todos los días, asimismo en invierno y si está nuboso.

De qué manera eludir constipados por cambios de temperatura

  • Acondicionar entornos con temperaturas entre 24 y 27 grados.
  • Intente sostener la humedad de la habitación usando la función de ventilación.
  • Sostenga limpios los filtros del aire acondicionado.
  • Impide los cambios bruscos y usuales de temperatura para dejar que el cuerpo se ajuste gradualmente.
  • Prepárate para cualquier cambio brusco de temperatura. Por poner un ejemplo, ponte un sobretodo.
  • Seguir el régimen y atención de anomalías de la salud respiratorias crónicas.
  • Preguntar a un médico en el caso de síntomas significativos o persistentes.

Pese a estas advertencias, no debemos olvidar que los cambios de temperatura por sí mismos no causan anomalías de la salud virales o bacterianas, sino desgastan nuestro cuerpo para padecerlas, ocasionando daños físicos como los nombrados previamente. De ahí que es en especial esencial sostener una aceptable temperatura ámbito, una aceptable hidratación y una aceptable nutrición.

Infecciones virales

Entre los efectos del frío en la salud es la disminución de las defensas del sistema inmunológico, lo que nos hace mucho más atacables a las anomalías de la salud virales. Además de esto, las bajas temperaturas hacen más fácil la supervivencia de los gérmenes. De ahí que en invierno incrementan claramente las situaciones de resfriado o gripe.

Es común que el frío aumente el mal y la rigidez en las articulaciones de los pacientes diagnosticados de artritis reumatoide y artrosis. La causa primordial es que los cambios en la presión atmosférica causan cambios en las terminaciones inquietas que desarrollan mal.

Las respuestas del cuerpo al frío

• Vasoconstricción cutánea (disminución del suministro de sangre a la piel) para achicar la pérdida de calor de la piel. • Incremento de la actividad cardiovascular (incremento de la presión arterial, continuidad cardiaca). • Incremento de la cubierta de aislamiento (erección del pelo). • Incremento de la producción de calor metabólico (temblores, escalofríos). El frío elimina las respuestas inmunitarias. Este fenómeno es, en parte, el motivo del mayor número de contagios que se generan a lo largo de los meses de invierno. En verdad, la fiebre (elevación de 1 o 2º) de la temperatura optimización la contestación inmunitaria y hace difícil la multiplicación de ciertos gérmenes. El efecto del frío sobre la aparición de patologías es indirecto, el frío crea cambios en el organismo que en la práctica causan su asociación con el peligro de enfermar o fallecer, habiéndose descrito relación entre la disminución de la temperatura ámbito y el incremento de la urgencia. hospitalizaciones y atención ambulatoria, patologías respiratorias y cardiovasculares, aparte de una mayor mortalidad socia a estos cambios de temperatura. de temperatura, singularmente en invierno. Por otra parte, en propiedades del ambiente increíblemente frías, la generación de calor de adentro (metabólico) no compensa la pérdida de calor hacia el ámbito, llegando aun a generar hipotermia interna. La permanencia de estas condiciones por un buen tiempo va a conducir a un deterioro general de los procesos fisiológicos ahora la desaparición, en condiciones menos severas, pero que necesitan de procesos termorreguladores. El sistema cardiovascular es el que mayores solicitudes aguanta, siendo en todas y cada una estas condiciones el mucho más perjudicado en personas en edades extremas (inferiores de 5 años y mayores de 60 años).

La relevancia del tema nos recuerda ciertas medidas precautorias: • Empleo de vacunas antigripales y antineumocócicas en temporada de frío en jubilados, crónicos y también inmunodeprimidos, para eludir procesos respiratorios desencadenados por la aparición de bajas temperaturas. • La utilización de ropa ha de ser correcta, holgada, rápida, abrigada y también impermeable, es conveniente emplear múltiples “capas de ropa” y no apretadas, para hacer más simple la circulación periférica. Llevar guantes, gorros, gorros, bufandas y calcetines de lana, ya que hay que rememorar que la mayoría del calor corporal se pierde por la cabeza, manos y pies. El zapato ha de ser caluroso, impermeable y antideslizante. • En los días fríos debemos efectuar pequeños paseos al aire libre, eludiendo los continuos cambios bruscos de temperatura. • En el caso de lluvia debemos sostenernos secos, rememorar que el agua y la humedad enfrían el cuerpo de forma rápida y que el calor corporal se pierde veinticinco ocasiones mucho más veloz en el agua. • Debemos rememorar que la temperatura perfecto para una vivienda es de 21ºC y que temperaturas mucho más altas no nos reportan mucho más provecho y desarrollan un derroche elevado de energía. Ventile las habitaciones todos los días a lo largo de unos diez minutos, entonces cierre las ventanas para eludir la pérdida de calor. • Mención particular tiene el ejercicio y la nutrición. Debemos realizar ejercicio todos los días, pero de manera moderada, jamás brusca o intensa, esto nos sostendrá en buen estado físico y mental, y va a aumentar la sensación de calor en nuestro cuerpo a lo largo del día. • Se aconsejan comidas usuales, pequeñas, variadas y muy energéticas. Tomar bebidas calientes de manera regular es reconfortante y nos sostiene a una aceptable temperatura corporal. Desterremos pensamientos como que el alcohol y las bebidas con cafeína hacen más fácil la toma de calor, su empleo indebido incrementa nuestro metabolismo ocasionando una rápida pérdida de calor.

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