En el momento en que la temperatura corporal baja, el corazón, el sistema inquieto y otros órganos no tienen la posibilidad de marchar comunmente. Si no se habla, la hipotermia puede ocasionar una insuficiencia cardiaca y de todo el sistema respiratorio y, por último, la desaparición.
La exposición al frío desata la aparición de ciertas patologías en personas susceptibles, ayudando además de esto a agudizar o descompensar otras nosologías que sufrían de antemano. Si bien parezca extraño, sus efectos empiezan a observarse a temperaturas parcialmente moderadas, entre 4 y 8ºC, con lo que es requisito estar alarma no solo en el momento en que las temperaturas son increíblemente bajas, sino más bien a lo largo de todo el invierno. Al revés de lo que pasa con las olas de calor, no hay un fenómeno tan claro de aclimatación al frío, siendo mayor su encontronazo conforme avanza el periodo de tiempo invernal.
El frío radical perjudica nuestra salud eminentemente de las próximas formas:
Patología renal
Si bien el sistema renal no está relacionado con la regulación de la temperatura, ciertas condiciones tienen la posibilidad de ocasionar de forma indirecta la sensación de frío, según los estudios.
Publicación en la página de la organización estadounidense sin ánimo de lucrar AARP resalta que la patología renal probablemente sea uno de los desencadenantes de la incesante sensación de frío. ¿La razón? Los riñones no marchan adecuadamente para filtrar la sangre y los desechos peligrosos tienden a acumularse, lo que hace este género de síntomas.
Anemia
Esta condición se acompaña de una escasez de glóbulos colorados, que llevan oxígeno por todo el cuerpo. Si bien logre parecer asombroso, entre las funcionalidades de estas células es la regulación de la temperatura corporal.
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Hipotensión o presión arterial baja
Inconvenientes cardiovasculares
Como ahora se mentó, el frío incrementa las opciones de tener un ataque al corazón. La gente que sufren algún género de patología cardiaca, obesidad o mayores de 50 años tienen mucho más posibilidades de verse perjudicadas.
Entre los efectos del frío en la salud es la disminución de las defensas del sistema inmunológico, lo que nos hace mucho más atacables a las anomalías de la salud virales. Además de esto, las bajas temperaturas hacen más fácil la supervivencia de los gérmenes. De ahí que en invierno incrementan claramente las situaciones de resfriado o gripe.
Las respuestas del cuerpo al frío
• Vasoconstricción cutánea (disminución del suministro de sangre a la piel) para achicar la pérdida de calor de la piel. • Incremento de la actividad cardiovascular (incremento de la presión arterial, continuidad cardiaca). • Incremento de la cubierta de aislamiento (erección del pelo). • Incremento de la producción de calor metabólico (temblores, escalofríos). El frío elimina las respuestas inmunitarias. Este fenómeno es, en parte, el motivo del mayor número de contagios que se generan a lo largo de los meses de invierno. En verdad, la fiebre (elevación de 1 o 2º) de la temperatura optimización la contestación inmunitaria y hace difícil la multiplicación de ciertos gérmenes. El efecto del frío sobre la aparición de patologías es indirecto, el frío crea cambios en el organismo que en la práctica causan su asociación con el peligro de enfermar o fallecer, habiéndose descrito relación entre la disminución de la temperatura ámbito y el incremento de la urgencia. hospitalizaciones y atención ambulatoria, anomalías de la salud respiratorias y cardiovasculares, aparte de una mayor mortalidad socia a estos cambios de temperatura. de temperatura, singularmente en invierno. Por otra parte, en propiedades del ambiente increíblemente frías, la generación de calor de adentro (metabólico) no compensa la pérdida de calor hacia el ámbito, llegando aun a generar hipotermia interna. La permanencia de estas condiciones por un buen tiempo va a conducir a un deterioro general de los procesos fisiológicos ahora la desaparición, en condiciones menos severas, pero que necesitan de procesos termorreguladores. El sistema cardiovascular es el que aguanta mayores demandas, siendo en todas y cada una estas condiciones el mucho más perjudicado en personas en edades extremas (inferiores de 5 años y mayores de 60 años).
La relevancia del tema nos recuerda ciertas medidas precautorias: • Empleo de vacunas antigripales y antineumocócicas en temporada de frío en jubilados, crónicos y también inmunodeprimidos, para eludir procesos respiratorios desencadenados por la aparición de bajas temperaturas. • La utilización de ropa ha de ser correcta, holgada, rápida, abrigada y también impermeable, es conveniente emplear múltiples “capas de ropa” y no apretadas, para hacer más simple la circulación periférica. Llevar guantes, gorros, gorros, bufandas y calcetines de lana, ya que hay que rememorar que la mayoría del calor corporal se pierde por la cabeza, manos y pies. El zapato ha de ser caluroso, impermeable y antideslizante. • En los días fríos debemos efectuar pequeños paseos al aire libre, eludiendo los continuos cambios bruscos de temperatura. • En el caso de lluvia debemos sostenernos secos, rememorar que el agua y la humedad enfrían el cuerpo de manera rápida y que el calor corporal se pierde veinticinco ocasiones mucho más veloz en el agua. • Debemos rememorar que la temperatura perfecto para una vivienda es de 21ºC y que temperaturas mucho más altas no nos reportan mucho más provecho y desarrollan un derroche elevado de energía. Ventile las habitaciones todos los días a lo largo de unos diez minutos, entonces cierre las ventanas para eludir la pérdida de calor. • Mención particular tiene el ejercicio y la nutrición. Debemos realizar ejercicio todos los días, pero de manera moderada, jamás brusca o intensa, esto nos sostendrá en buen estado físico y mental, y va a aumentar la sensación de calor en nuestro cuerpo a lo largo del día. • Se aconsejan comidas usuales, pequeñas, variadas y muy energéticas. Tomar bebidas calientes de manera regular es reconfortante y nos sostiene a una aceptable temperatura corporal. Desterremos pensamientos como que el alcohol y las bebidas con cafeína hacen más fácil la toma de calor, su empleo indebido incrementa nuestro metabolismo ocasionando una rápida pérdida de calor.