Ser pescador de hombres es ser pescador de humanos: hombres, mujeres y pequeños, sin discriminación alguna, por el hecho de que para nuestro Padre todos somos suyos. No hay judío, ni heleno; no hay ciervo, no hay libre; no hay varón ni mujer; por el hecho de que todos somos uno en Cristo Jesús.
Halla dónde se encuentran la gente.
No se pesca en un barril. Debes ir donde están los peces. Esto asimismo es verdad para el evangelio, precisas proceder a la multitud. La buena nueva es que hay personas a tu alrededor que desconocen a Jesús. Verdaderamente no debes ir tan lejos. Puedo apostar que probablemente hay personas en tu familia que desconocen a Jesús. ¿Tienes un vecino que no conoce a Jesús? ¿Qué ocurre con los compañeros de trabajo y otros amigos? La lista puede continuar y proseguir. Estas son todas y cada una la gente que precisan percibir el evangelio y son un óptimo sitio para empezar a comunicar el evangelio.
De forma frecuente, tratándose de comunicar el evangelio, deseamos jugar al juego corto. Cebamos el anzuelo, lo tiramos al agua y si no muerde enseguida, es hora de continuar adelante. Si bien no sé bastante sobre pesca, sé que la pesca en general necesita paciencia. Es imposible apresurar el desarrollo. La mayor parte de la gente que conozco que van a pescar planean estar allí por unas horas, no solo por unos minutos. Mi punto es, no solo charles del evangelio a esos en tu círculo y lo dejes ahí. No solo deberás decírselo, sino más bien vivirlo enfrente de ellos. Este es el juego largo.
¿Qué es lo que significa ser pescador de hombres?
La iniciativa de pescar es saber el pez que buscas y atraerlo para lograr capturarlo. Para atrapar un pez debemos entender qué equipo utilizar, el hábitat y la hondura del agua donde nos encontramos pescando, tal como el género de cebo que procurará el pez.
Cuando comprendemos todo cuanto requerimos para pescar verdaderamente, ¿de qué forma enlazamos esto con ser pescadores de hombres? Dios nos solicita que hagamos acólitos a todas y cada una de las naciones (Mateo 28:18–20).
No poseas temor; de ahora en adelante vas a estar atrapando hombres
Cortesía de Sr. Amata CSFN
El verbo pescar (en heleno zōgreō) no tiene relación únicamente a “pescar”. Verdaderamente significa «atrapar en vez de matar».
Jesús en la pesca – Evangelizar a la multitud.
Jesús empieza a caminar cerca del «Mar de Galilea», se puede decir que por su tamaño es un lago en vez de un mar. En ese instante, Jesús no pierde un instante para proteger la capacitación de su conjunto de hombres, en el trabajo de ser pescadores de hombres. Jesús y los acólitos consiguen llegar a la orilla del Mar de Galilea temprano en la mañana y arrimarse a la localidad portuaria de Genesaret, al sureste de Capernaum.
Los lugareños asimismo se habían levantado temprano y asistían varios conjuntos de esa gente a obtener la pesca de la noche. Tenemos la posibilidad de ver que en ese instante no había refrigeradores y la multitud debía obtener comida todos y cada uno de los días. Jesús ve este suceso como una enorme ocasión para comenzar otra capacitación con lo que comienza una acción evangelizadora al aire libre.
¿Quién era el pescador de hombres en la Biblia?
Representa la escena evangélica donde Jesús de Nazaret afirma a Simón Pedro: «No temas, desde este instante vas a ser pescador de hombres» (Lc 5,8-11).