La pesca prodigiosa es la denominación usual de 2 capítulos evangélicos, que son tratados como tema del arte católico. Las dos “atrapas” son milagros de Jesucristo, y se muestran reflejadas en distintas contextos, antes y tras la Resurrección.
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La pesca prodigiosa: la red del Señor
«Llevad la barca a aguas mucho más profundas y echad allí las redes para pescar» (Lc 4, 5)
Precisamente en en la cabeza de ciertos aún repiquetean las expresiones seguidores de Jesús; bueno, repiquetean o irritan en otros muchos casos, ¿puedes continuar a Jesús por medio de peticiones de amistad, DM o me agrada? Y les respondo con otra pregunta: ¿No es Internet otro mar inmenso donde tienen la posibilidad de ser pescadores de hombres?
¿Qué es lo que significa pesca prodigiosa en la Biblia?
Una pesca prodigiosa es la recompensa de la seguridad en Jesús La contestación del Señor a esta seguridad del pescador experimentado fue una bendición sobreabundante: Lucas 5:6-7 (NVI): De esta forma lo hicieron, y recogieron tal cantidad muchos peces que sus redes se rompieron.
11 Simón Pedro subió y sacó la red a tierra, llena de peces enormes, ciento cincuenta y tres; y si bien eran muchos, la red no se rompió.
La enorme misión en este llamado
De ahí que, da igual quienes seamos, lo que verdaderamente importa es el llamado de Dios a la vocación de reforzar en su servicio. Es separarnos y desprendernos de nuestro pequeño horizonte, asumir responsablemente el deber de la pesca prodigiosa, es llevar el mensaje de Jesús para la salvación de los hombres.
Jesucristo estableció esta misión para sus acólitos en su evangelio, una misión que en este momento conocemos como la Enorme Comisión.
Resumen de la Pesca Prodigiosa
Como ahora hemos citado, la Pesca Prodigiosa está en el artículo bíblico de Lucas 5, que afirma: En ese instante Jesús se encontraba a riberas del lago Genesaret predicando y propagando la palabra de Dios.
Hasta entonces, varios de los pescadores estaban en el mar desde la noche hasta el amanecer intentando de pescar, pero no habían podido. Conque desalentados retornaron a tierra estable, amarraron los botes y han comenzado a lavar las redes.
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