Por consiguiente, el prototipo del pirata es blanco y anglosajón. No obstante, los historiadores nos comentan que quienes se dedicaron a esta profesión eran de muchas nacionalidades y asimismo, algo por norma general ignorado, multiétnicos. Y, como es natural, estaban los piratas negros, incluyendo los mestizos (mulatos y no).
Desinformado, grosero, maloliente, violento, ladrón o ido. Expresiones que bien podrían detallar a los temidos piratas y que, no obstante, no en todos los casos lo hacen. Tomemos como un ejemplo a William Dampier, un corsario que, aparte de agradarle el oro, sentía la necesidad de anotar todo cuanto veía. Por este motivo, sus apuntes son en este momento considerados joyas de la historia y las ciencias naturales. Nativo de 1651 en Somerset, Inglaterra, empezó sus aventuras marítimas con solo 16 años, huyendo de la vivienda de un mercader y uniéndose a la tripulación de un barco mercante. Debió gozar tanto de la experiencia que unos años después se alistó en la Royal Navy. Un hecho que contrasta con el trabajo que le reserva el destino: ser el pirata responsable del hallazgo de Australia. Un pirata aventurero y más que nada interesante. Dampier siempre y en todo momento llevaba diarios de viaje en los que registraba sus descubrimientos. Plantas, animales, originarios o modelos de navegación fueron los personajes principales de sus especificaciones y, como buen científico, recogió muestras que guardaba en su equipaje. Ciertas primeras visualizaciones de las expresiones león marino, subespecie, aguacate y los efectos de la mariguana se dieron a conocer en sus escritos. El científico bucanero logró circunnavegar el planeta tres ocasiones. Con todo el saber conseguido de la hazaña, diseñó el mapa vanguardista que enseñó a los cartógrafos a marcar áreas de tierra durante la costa. Sus cuadernos sirvieron de inspiración y guía a estudiosos como Hables Darwin, quien los usó como referencia en sus estudios sobre las Islas Galápagos, o Benjamin Franklin, sobre la Corriente del Golfo. ‘The Information Mind’, como le llamaba Darwin, tenía tanta experiencia en los mares que, durante su historia, recibió varias ofertas de empleo para dirigir expediciones en el mar. Uno fue exactamente el ordenado por el Ministerio de Marina británico, que solicitó a Dampier que estudiara con mucho más aspecto New Holland, en este momento famosa como Australia. Unos años antes, en 1688, se había transformado en el primer británico en pisar estas tierras en el momento en que el Cygnet, el barco pirata en el que viajaba, desembarcó en la costa norte en pos de provisiones. La expedición procedió de la forma menos predecible. La tripulación del Roebuck sospechaba de un ex–pirata, a eso que hay que agregar el estado deplorable del barco. El viaje no acabó bien para Dampier, quien no recibió recompensa. Se cumplió entre los tópicos: la tripulación le acusó de haberse gastado todo el dinero designado a la expedición y, para vergüenza científica, resultó ser cierto. Pero eso no impidió que Dampier sirviese como fuente de inspiración para muchos escritores de su tiempo. Daniel Defoe, creador de Las aventuras de Robinson Crusoe, usó la narración de uno de sus compañeros de viaje, Alexander Selkirk, y usó el mapa del pirata para detallar los sitios por los que navegaba su personaje principal. Su admiración quedó patente en el momento en que escribió un nuevo viaje cerca del planeta sobre un rumbo ahora paseo y la vida, aventuras y desventuras del célebre Capitán Singleton, simulador literario del pirata. Exactamente la misma admiración que siente Johnathan Swift, creador de Los viajes de Gulliver, cuyo personaje principal cita múltiples ocasiones a ‘su primo Dampier’ y en el que se fundamenta La carrera de los yahoos desde las especificaciones de los indígenas australianos escritas por el corsario. Todas y cada una de las notas de Dampier fueron compendiadas por él mismo en múltiples libros, incluidos A New Voyage Around the World y A Voyage to New Netherland. Proyectos que bien podrían haber escondido una isla segrega, puesto que valen considerablemente más para la ciencia que un fácil cofre de oro.
TxH: Estimando que eran conjuntos de guerreros que todo el tiempo se encaraban a las autoridades, las mutilaciones eran rebosantes. ¿De qué forma se trataba a la gente con discapacidad servible en las sociedades piratas?
GK: El relativo progresismo de las sociedades piratas actúa quizás con mayor claridad en su relación con la discapacidad. Frente a los peligros que traía la vida de pirata, ciertas comunidades disponían de sistemas afines a los seguros o cajas de resistencia, que garantizaban la protección de los pasajeros mutilados. No había nada comparable en las sociedades de europa de la temporada. Las manos con gancho y los zancos como símbolos piratas no son solo clisés de los tabloides; representan algo que era muy real.
GK: Ciertas mujeres se hicieron reconocidas al sumarse a las tripulaciones piratas disfrazadas de hombres, como Anne Bonny y Mary Read. Pero la verdad es que muy escasas mujeres se enrolaban en conjuntos piratas. Por norma general, los piratas tenían poca cuenta por las mujeres, viéndolas eminentemente como putas prestas a servirlas a lo largo de su estadía en tierra. En último término, no existe nada que estudiar o inspirarse de los puntos de vista piratas del género.
Fuentes
Esclavos. Trata de personas en el Atlántico (Miguel del Rey y Carlos Canales) / Pautas para la convivencia étnica en la América Latina colonial: (indios, negros, mulatos, pardos y esclavos) (Juan Manuel de la Serna) / La República de los piratas: la auténtica historia de los piratas del Caribe (Colin Woodard) / Debates históricos contemporáneos: africanos y afrodescendientes en México y Centroamérica (María Elisa Velásquez, coord.) / Wikipedia.
¿Te elegirían a ti para dirigir?
Con independencia de nuestra industria o función, todos nos encaramos a seleccionar de qué forma dirigir en el trabajo: en nuestras relaciones, en nuestros equipos y en nuestras compañías. Podríamos blandir el título de nuestro trabajo, centrarnos en nuestros logros o llamar la atención con una voz retumbante. O tenemos la posibilidad de decantarse por meditar como un pirata, realizando que todos en nuestro equipo “tengan exactamente el mismo voto en los temas actualmente”, como se establece en el primer producto que dictaminaba el barco pirata galés Black Bart, popular por atrapar la mayor proporción de navíos a lo largo de la guerra. Edad de oro de la piratería. Tenemos la posibilidad de intentar ofrecer a cada individuo un sentido de inversión personal en el éxito del equipo. Tenemos la posibilidad de ver alén del género y la etnia para subir las capacidades y la ética laboral.
Según una investigación de sobra de 800 usados, esos con un fuerte sentido de propiedad en sus organizaciones, en el momento en que sintieron que tenían exactamente la misma voz y participación en los desenlaces del equipo, estaban mucho más en compromiso, satisfechos y productivos. . En el momento en que la propiedad de las ideas y los inconvenientes se comparte en vez de concentrarse a cargo de unos pocos, los trabajadores y sus organizaciones prosperan.