Del caracol tenemos la posibilidad de estudiar varias cosas, entre ellas su tranquilidad, su perseverancia y su especial forma de protegerse.
El pasado día una pareja, antes de su boda, me afirmaba algo atrayente: «Deseamos rodearnos de cosas lindas. Un caracol. Un faro. Una noria. El sol. La facilidad. Las cosas de todos y cada uno de los días». Me agrada bastante. Es cierto. Se precisan cosas preciosas para estudiar a apreciar la vida. un amanecer Una puesta de sol. Muchas olas. Un abrazo repentino. Una sonrisa de cooperación. Una observación. Una palabra que exalta. Una sonrisa franca. Una lámpara vieja que prosigue dando luz retando al mismo tiempo. Un bastón de madera que mantiene los días. Varios libros aún por leer. Una ventana de madera abierta al planeta. Una candela encendida. Un armario lleno de recuerdos, sin bastante orden. Esas son las cosas sencillos de la vida. Lo mucho más fácil. Son preciosos, y el corazón se alegra al mirarlos con admiración. Es requisito llevarlo a cabo, para no perder la posibilidad. Por el hecho de que entonces la vida se dificulta sin que nos demos cuenta y nos puede atestar de cosas feas. Y entonces la vida por el momento no es tan bella, ni tan enternecedora, ni tan refulgente. Perdemos lo hermoso y lo lamentable puede nublar nuestra visión. Y entonces nos arrepentiremos de no haber podido localizar cosas mucho más preciosas para alegrar nuestras ánimas. Pensaba en el caracol del que me charlaba esta pareja. Para ellos era algo precioso. Me agradan los caracoles. Quizá no me simulen tan lindos. Pero enseñan varias cosas esenciales para la vida. ¡Qué despacio prosiguen sus caminos! Nos recuerdan que el tiempo da igual tanto. Que iremos a nuestro ritmo, con independencia de la climatología. En ocasiones corremos bastante veloz. Las cosas pasan y vuelan y las ofrecemos por sentadas. Tomar las cosas con tranquilidad nos asistencia. Pero nos cuesta bastante. Esperemos fuésemos capaces de vivir cada instante intensamente, sin prisas, parando sin temor a perder el tiempo, o el 1° puesto de la carrera. Caminar dejando una estela de vida a nuestro paso, como caracoles. Esto marca el sendero por el que avanzaron. Con tu vida, con tu amor. Dejan un indicio sagrado, pues la vida que vivimos es muy sagrada, es nuestra historia sagrada. Caminar, da igual el tiempo que tardemos en recorrer una distancia. Nos aguardamos el uno al otro. Edificamos a nuestro ritmo, de manera lenta, con paciencia. En ocasiones hay que aguardar a que otros sean mucho más pausados. Hay que amoldarse y no en todos los casos es simple dejar caer lo tuyo, a mi ritmo. Pues lo deseas todo en este momento, inmediatamente. Y nos falta paciencia, se termina. Me agradan los caracoles y su paso retardado, me forman. Retan el tiempo y mi prisa. Pero siempre y en todo momento vienen. Son débiles en su caparazón. Ellos no se defienden. Sencillamente se ocultan en ocasiones. Sencillamente cargan la vivienda sobre sus espaldas y, en el momento en que llegan, se acomodan. Nos encontramos llamados a llevar a cabo nuestro hogar adondequiera que estemos. Como Jesús, que no tenía dónde recostar la cabeza. Sí, me agradan los caracoles. Son débiles y dignos. Prominente y humilde. Siempre y en todo momento en movimiento. Siempre y en todo momento en pausa. Si los lastimas o los amenazas, se ocultan y no van. Si sale el sol y se sienten seguros, no tienen temor y van. Como nosotros, de forma frecuente sensible a los chillidos, la crueldad, la agresividad. Me agradaría que siempre y en todo momento nos tratásemos con respeto y cariño, sutilmente. Esperemos hubiese mucho más sol en nuestra vida. Alumbrando el sendero. Finalmente asimismo me agrada rodearme de cosas preciosas.
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El PP va a ganar en las urnas
No obstante, presagia que «lo único que votará todo el Gobierno la semana próxima es el no a la llamada petición de censura», una voto parlamentario que “Pedro Sánchez va a ganar sin esfuerzo”, pero el PP lo va a hacer “en las urnas”.
Cree que los «insultos que recibe» en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros reflejan que el Gobierno «ahora sabe que está en la oposición» y que «cada día se ve mucho más cerca un cambio político en España , con un gobierno de prosperidad y desarrollo económico” como el del PP
Unas partes de un caracol
Todo el planeta, hasta el mucho más pequeño, sabe detectar un caracol en el momento en que lo ve, si bien su cuerpo almacena muchas curiosidades que la mayor parte ignora.
Te recomiendo saber un tanto mucho más y de una manera realmente simple la anatomía de los caracoles.
Estudiosos granadinos desean hacer cebos mucho más efectivos contra estos moluscos y de este modo batallar sus plagas
Científicos de la Facultad de Granada (UGR), correspondientes al Departamento de Psicología En fase de prueba, han estudiado qué opciones tienen las características olfativas de los caracoles para batallar las plagas de esta clase, que que anualmente causan pérdidas millonarias en leguminosas forrajeras y cereales en zonas de España como Galicia y en países como Australia o USA.
La meta de este estudio es detectar cebos mucho más eficientes que los que hoy en día se usan para este fin, que frecuentemente no marchan adecuadamente. Para esto, estudiosos de la UGR llevan años aprendiendo la memoria de los caracoles para poder ver de qué forma aprenden a detectar cuál es su alimento y de qué manera se puede emplear este conocimiento para progresar los cebos contra las plagas.
Caracoles, mucho más que una concha
Hay muchos géneros de caracoles. Unos viven en el agua y otros en la tierra, populares como caracoles terrestres.
Tienen la posibilidad de comer hojas, flores o tallos de plantas, pero ciertos eligen la carne de pequeños animales en el suelo. Generalmente, los caracoles son herbívoros.