En el desarrollo de enamoramiento se dejan libre altos escenarios de dopamina, una substancia química que activa el circuito de recompensa, lo que contribuye a realizar del amor una experiencia agradable afín a la euforia socia al consumo de ciertas drogas.
Me agrada imaginar que la enorme historia de la desnudez pública y rentable se produjo con una futura emperatriz de Bizancio, predecesora de los derechos de la mujer. Es que la joven actriz Teodora, desviste mucho más de lo prescrito mientras que representaba a Leda al lado de un cisne lubricado, bajo cuya fachada se ocultaba Zeus, se transformó asimismo en la nudista mucho más habitual de Constantinopla de su tiempo. Hasta su participación estelar en las danzas festivas de masas (salpicada de granos de maíz, los pájaros la derribaban a picotazos, metáfora de la violación a manos de Zeus), ese arte del desposeo era un espectáculo libre eminentemente para niveles rituales o para esos que, poderosos y lascivos como en su tiempo Herodes o los reyes del norte de África, tenían el monopolio de cada matriz viva y mensurable.
El cuerpo, instrumento animado. Para la previsora Teodora, sirvió como fundamento de un pacto furtivo en el que aceptó por adelantado, sin caer en la melancolía, que la fugacidad masoquista del espectáculo podía ser un peldaño de la turba hacia el trono. Aceptemos que el triunfo de su actuación fue rotundo y increíble. Teodora, querida proletaria sexual, logró la dirección y unidad de un Imperio.
Deseo sexual.
El deseo sexual viene con esa tontería que quiere ser solamente que eso, tontería. Científicos cautivados por el cariño exploraron y se dieron cuenta que hay un mecanismo cerebral solicitado de sostener esta atracción si bien no se gaste. Culpan a una zona famosa como el área tegmental ventral que libera dopamina. La dopamina pertence a las hormonas del exitación y se hace cargo de alentar 4 puntos del cerebro: el núcleo accumbens, el tabique, la amígdala y la corteza prefrontal, que son los que al final provocan el deseo sexual. Un mecanismo de manera perfecta afinado para presenciar excelentes experiencias y conmuevas.
En este momento, no es tan fácil como semeja. Para agradar ese deseo carnal, la información genética, las hormonas y las células inquietas colaboran entre sí para producir el deseo y la reacción precisos para acabar con lo que empezó como una liberación de dopamina.
¿De qué manera puedo enfrentar esta situación?
Ciertas recomendaciones sencillos que puede empezar a poner en práctica tienen dentro:
- Ayúdelos a comprender y admitir sus sentimientos.