Está comprobado: el mar transmite calma y relaja la cabeza. Es su fragancia, su color, su temperatura, su brisa, la inmensidad de la área del agua… Nuestro entendimiento tiene pocos elementos perceptibles y nos invitan a desconectar.
mar. ¿Qué evoca esa palabra en tu cabeza? Tiende a estar relacionado a la paz, la calma y la desconexión. En el momento en que procuramos relajarnos, frecuenta venir a la cabeza una playa desierta, y el sonido de las olas se encuentra dentro de los mucho más pedidos en el momento de procurar atraer el sueño.
Pero, ¿qué nos transporta a detallar estas asociaciones? Si bien nuestra cultura tiene una gran parte de la compromiso, es la ciencia la que responde de ella.
El mar impulsa la imaginación
Está comprobado que los entornos sobrecargados de estímulos simultáneos desarrollan agobio. O sea lo que ocurre en el momento en que, por poner un ejemplo, andamos por una enorme avenida en una enorme localidad. Existen muchos turismos, muchas personas, varios inmuebles… Nuestra mirada halla cientos y cientos de estímulos al unísono y crea una sensación de éxtasis.
Lo opuesto es verdad para el mar. Es una enorme extensión de agua donde resaltan pocos elementos. Están las olas, las aves marinas y quizás un barco. Cada elemento es absolutamente identificable. Frente esto, el cerebro tiene una reacción imaginando y creando. El ambiente nos deja asignar parte importante de nuestros elementos a producir pensamientos renovadores, en el momento en que en otras visiones mucho más estimulantes deberíamos asignar una parte de ellos a sostener la atención.
El mar y la meditación
La meditación demostró extensamente sus provecho sobre el cerebro humano. El estado meditativo capacidad la estimulación de las ondas cerebrales, que aun tienen la posibilidad de cambiar. En un caso así, son las olas del mar las encargadas de inducirnos a estados de atención plena. El sonido y su efecto causan las ondas alfa del cerebro, que están enlazadas a la relajación y la calma, dando permiso que todo cuanto nos circunda parezca ocultar.
Como afirmábamos, el mar induce la imaginación en el cerebro humano. Raramente, esto asimismo está relacionado con las ondas cerebrales alfa, que generan estados de claridad mental. Por consiguiente, todo el mar tiene el poder de llevar a cabo ocultar todo nuestro ambiente, dejándonos solos, como suspendidos y donde todo nuestro ser semeja tener sentido.
Optimización el desempeño cognitivo
El ambiente en el que nos movemos está cargado de iones, tanto negativos como positivos.
Los iones positivos desagotan nuestra energía y surgen de la mayor parte de los equipos electrónicos.