La carabela en su forma final fue tuneada por el Infante D. Henrique el Navegante. Estos últimos, que pertenecían a la Orden religiosa militar de Cristo, tenían los cirios decoradas con la conocida cruz roja, emblema de su orden… Los primeros navíos de este tipo se usaron para admitir las costas africanas.
Las carabelas fueron realmente útiles en la temporada de la expansión colonial, en concreto de España y Portugal. Cristóbal Colón las usó a lo largo de sus 4 viajes. Las carabelas dejaron de usarse a fines del siglo XVI.
La Santa María fue la más esencial de las tres naves usadas por Colón en el viaje que acabó con el hallazgo de América. Comúnmente se la conoce como carabela, si bien técnicamente era una nación. Mucho más grande con 2 cubiertas, 2 castillos y mucho más almacenaje.
Historia del Santa María
El Santa María fue el barco que encabezó la expedición para conocer el nuevo planeta en 1942 y fue el barco en el que viajó Cristóbal Colón.
Según ciertos historiadores, el navío o navío Santa María se edificó en Galicia y por este motivo asimismo se le llamó “La Gallega”, si bien asimismo recibió otros apodos como “Marigalante” o “La Capitana” .
Maqueta en madera: Santa María
Crea una réplica del buque insignia de la expedición que efectuó este histórico hallazgo. A escala 1/65, el sistema de montaje de quilla y costillas falsas acerca su diseño al del barco real. Con todo el lujo de la madera, el latón, el hierro colado y los datos de lona, parecerá que tienes nuestro barco de Cristóbal Colón ante ti.
Revive las hazañas de este popular barco que protagonizó al lado de la Pequeña y la Pinta el viaje que descubrió América.
EL PRIMER VIAJE A LAS INDIAS (RESUMEN DE LA RELACIÓN POR FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS)
Este es el primer viaje y las derrotas y ruta que efectuó el Almirante Cristóbal Colón al conocer las Indias , dicho sumariamente, sin el prólogo que logró a los Reyes, que va literalmente y empieza de esta manera: In Nomine Domini Nostri Jesu Christi.
Pues, cristianísimos y muy altos y excelentísimos y poderosos Príncipes, Rey y Reina de España y de las islas del mar, Señores, en este presente año de 1492, una vez que Vuestras Altezas terminaron la guerra de los moriscos que han reinado en Europa y acabaron la guerra en la enorme localidad de Granada, donde este año en un par de días de enero, por la fuerza de las armas, vi ubicadas las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es la fortaleza de aquella localidad, y vi al rey moro salir a las puertas de la región y besar las manos reales de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Señor, y después en el presente mes, por la novedad que yo había dado a Vuestras Altezas de las tierras de la India y de un Príncipe llamado Enorme Cánido (que significa Rey de Reyes en nuestra novela), cuántas ocasiones él y sus ancestros mandaron a Roma a soliciar médicos en nuestra santa fe que le enseñaran en él, y que desvisto Nunca el Beato Padre lo había proveído y muchos pueblos se perdieron suponiendo en la idolatría la u admitiendo sectas de perdición, Altezas, como los cristianos católicos y príncipes amadores de la santa fe cristiana y promotores de ella, y contrincantes de la secta de Mahoma y de todas y cada una de las idolatrías y herejías, reflexionaron mandarme a mí, Cristóbal Colón, a las estas fiestas de la India para poder ver a estos príncipes, y los pueblos y tierras y la predisposición de ellos y todo, y la manera que se podría tener para su conversión a nuestra santa fe; y se me ordenó que no fuese por tierra al Este, donde es práctica ir, sino más bien por sendero al Oeste, que hasta hoy no entendemos con seguridad que haya pasado absolutamente nadie. De esta forma, tras haber expulsado a todos y cada uno de los judíos de sus reinos y señoríos en exactamente el mismo mes de enero, Vuestras Altezas me ordenaron con un ejército bastante para proceder a estas unas partes de la India; y por ello me hicieron enormes favores y me ennoblecieron que desde este momento me llamaría Don, y sería Almirante Mayor de la Mar Océano y Virrey y Gobernador perpetuo de todas y cada una de las islas y conjunto de naciones que descubrí y conquisté, y a partir de ahora de ahora en adelante fueron descubiertos y conquistados en el Mar Océano, y de esta manera me sucedió mi hijo mayor, y de esta forma de nivel en nivel para toda la vida. Y salí de Granada a 12 días de mayo del mismo año de mil cuatrocientos noventa y 2, en sábado. Llegué a la localidad de Palos, que es puerto de mar, donde armé tres barcos muy recomendables para tal acto, y salí de aquel puerto bien proveído de muchas provisiones y muchas personas de mar, a los tres días del mes de agosto. dicho año, un viernes, media hora antes de salir el sol, y partí para las Islas Canarias de Vuestras Altezas, que se encuentran en la esa Mar Océano, para tomar de allí mi rumbo y andar como llegué a las Indias, y yo entregué la embajada de Vuestras Altezas a esos Príncipes y también hice lo que me fue mandado; y de ahí que pensé en redactar todo este viaje muy puntualmente en el día a día todo cuanto hacía y veía y pasaba, como se va a ver mucho más adelante. Asimismo, Señores Príncipes, aparte de redactar cada noche lo que va a pasar a lo largo del día, y lo que navegará en la noche, pienso llevar a cabo una exclusiva carta de navegación, en la que voy a poner todos y cada uno de los mares y tierras del Océano. Mar en sus debidos sitios. , bajo tu viento, y mucho más, compone un libro, y ponlo todo pintando, por latitud equinoccial y longitud oeste; Y más que nada me da mucha satisfacción olvidarme del sueño y tener muchas tentaciones de andar, por el hecho de que de este modo se hace, que va a ser un enorme trabajo.