El presidente Harold B. Lee (1899–1973) enseñó que “resultar ‘pescadores de hombres’ es sencillamente otra forma de decir que uno se transforma en ‘líder de hombres’; en consecuencia, comentando como charlamos el día de hoy, ¿afirmaríamos? ‘Si guardan mis mandamientos, los voy a hacer líderes entre los hombres’? 1.
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Los acólitos lo dejaron todo para proseguir a Jesús
Los acólitos lo dejaron todo para continuar al mesías. Lo mucho más posible es que cada uno de ellos hable con sus familiares; Pedro debe existir hablado con su mujer y suegra. Exactamente la misma Juan y Santiago, asimismo juntaron a toda la familia para explicarles que era un ministerio y que debían ir con Jesús. Tenemos la posibilidad de ver que en el momento en que Jacobo y Juan dejan todo para proseguir al mesías, su padre se enfrenta, ni reitera que irse con ellos ni impide este suceso, sino los deja y los deja ir. Entonces observaremos que toda la familia de Zebedeo son fieles y se presentarán apoyando el ministerio.
Andrés y Pedro venían de un pequeño pueblo donde la pesca era el trabajo que se practicaba en ese rincón, este pueblo se encontraba al oriente de la enorme localidad de Capernaum (Juan 1:44). Si nos fijamos, Santiago y Juan debieron vivir muy cerca de ellos, puesto que su padre Zebedeo empleaba pescadores y tenía algún género de negocio con Pedro (Lucas 5:diez). Es asombroso lo que estos 4 hombres dejaron atrás al proseguir a Jesús y transformarse en pescadores de hombres para el reino.
Una reflexión final con una analogía sin pescar.
Hay parte de predicar el evangelio que no guarda relación con la pesca. En el momento en que piensas en de qué forma los cristianos tienen la posibilidad de ser pescadores de hombres, o sea algo que lo distingue de la pesca regular. Debe solicitarle a la multitud que tome una resolución. El pescador jamás le solicita al pez que salte a la red o al anzuelo, solo espera a conocer el cebo y sujetarlo. Esto no es verdad con el evangelio. Requerimos compartirlo, pero asimismo requerimos solicitarle a la multitud que responda.
En Hechos 2, después de ser lleno del Espíritu Santurrón, Pedro se puso parado y predicó el primer sermón del evangelio. Efectuó la primera cruzada al aire libre. En el momento en que llegó en el final de su mensaje, eso fue lo que logró Pedro.
¿Qué requerimos para ser pescadores de hombres?
Es singularmente esencial ponerse el escudo de la fe con que eludimos las tentaciones del enemigo, que no desea ver a los hombres salvos por el evangelio de Cristo (versículo 16) y la espada del Espíritu , que es la Palabra de Dios (versículo 17). Sin estos 2 equipos espirituales, nos resultará irrealizable pescar las ánimas de los hombres.
No solo debemos tener la armadura de Dios como nuestro equipo, sino asimismo debemos saber el pez que nos encontramos intentando de apresar. Comprender la condición perdida de la gente que nos cubren nos va a ayudar a entender que por buenísimos que seamos pescando, jamás «atraparemos» el pez nosotros.
Las redes del siglo XXI
Fotografía cortesía del Sr. Amata CSFN
San Pedro utilizaba redes de pesca. En este momento la «red» es Internet. Allí, como cristianos, tenemos la posibilidad de asimismo “pescar personas”, o sea, “dar la vida a alguien”.
¿Qué acólitos estaban en la pesca prodigiosa?
La primera, en el Evangelio de Lucas (5,1-11), al lado de la vocación de los apóstoles Pedro, Santiago y Juan (a los que se les afirma “a partir de ahora vais a ser pescadores de hombres «); y la segunda en el Evangelio de Juan (21:1-14), donde se relata un número concreto de peces (153) y se señala que Pedro se arrojó al agua