Durante las semanas, parte del movimiento hace proposiciones en temas de inmigración. Los chalecos amarillos se oponen eminentemente al Pacto Mundial sobre Migración Pacto Mundial sobre Migración, firmado por el presidente francés a lo largo de las manifestaciones.
La crisis política en Europa dió un nuevo salto. Hasta la actualidad tenía que ver con la caída de los partidos habituales y la descomposición de la política burguesa. La clase obrera intervino bajo formas institucionales (voto). No obstante, nos encontramos frente a la irrupción del proletariado por la acción directa de peculiaridades insurreccionales. Esta entrada en escena evolucionó de una reivindicación únicamente económica a una consigna política (Fuera Macron y la Quinta República), llegando a una crisis en nuestro régimen político, sin llegar, de momento, al Estado. Pero con una destacable onda expansiva sobre el resto de Europa.
Acción ordenada en Fb
Una gran parte de la organización de las manifestaciones se realizó en Fb. Según las propias cantidades de la compañía de comunidades, el 67% de los franceses emplean Fb y 22 miles de individuos entran a Internet todos y cada uno de los días.
Las manifestaciones fueron ordenadas por conjuntos llamados «groupes colères» o «conjuntos de la íra», que juntaron a centenares de miles de integrantes durante este año.
De Puente Prominente y Cerrillos: «Lo que observamos es que nuestra presencia funcionó como disuasivo»
José trabaja como vigilante de seguridad privada en un edificio de Las Condes. Vive en Cerrillos y el primer día de la semana por la mañana estuvo en la calle hasta la 1 am realizando la ronda con el resto de la multitud de su red social. «Estoy abochornado de que lo que nos llevó tanto tiempo crear haya sido destruido». Y pese a haber dormido poco esa noche, el primer día de la semana por la mañana ahora se encontraba en su rincón frecuente, cumpliendo con su jornada de trabajo.
En Cerrillos, la red social se organizó en el Portal Oeste, aun con toque de queda para “resguardar la seguridad de las viviendas”. Insistieron, pese a los palos que tenían en sus manos, que no tenían intención de llevar a cabo daño (según lo informado por el letrero de Mega). Se desplegaron en las esquinas para tomar rondas precautorias. “No procuramos producir temor en los vecinos, solo seguridad”.
Por Felipe Oscar Lagos Díaz
París, Francia: estos nombres bastan para excitar la imaginación. El movimiento de los chalecos amarillos, que paralizó mucho más de veinta ciudades francesas en un par de semanas, semeja llevar consigo todo el peso de la historia. De ahí que, a los propios insultos de la derecha y sus medios, que tachan de extremista al movimiento, se aúna la enardecido simpatía de la izquierda.
«De esta forma comenzó la toma de la Bastilla», redacta Luis Casado. Aun se recordaron las revueltas campesinas en la Edad Media. Los Clubes Revolucionarios y la Comuna de París. Y, evidentemente, el 68 de mayo.