Ching Shih tuvo una enorme fortuna debido a que dirigía las flotas piratas y las tienes mano de hierro. Nació en China en el año 1775, pero no se sabe el sitio exacto de su nacimiento.
Los auténticos piratas, los entorpecedores, los bucaneros, los que observamos en las películas asimismo fueron una parte de la convulsa historia argentina. La palabra pirata proviene del heleno peirates, derivado de peiran que significa “realizar un esfuerzo”, “procurar”, evidentemente este esfuerzo poco deberá ver con el trabajo y cosas por el estilo. El término filibustero deriva del nombre dado por los ingleses a los pequeños navíos empleados por los piratas como fly boat y que los franceses llamaron flibots. La palabra bucaneiro deriva del término que los caribeños llamaban a las parrillas en las que ahumaban la carne: bucan. Como a los piratas que operaban en las Antillas les agradaba el pescado ahumado, asimismo se les conocía como bucaneros.
En el mes de abril de 1578 tuvimos el extraño privilegio del propio Francis Drake, quizás el pirata mucho más destacable, explorando por las costas de ese Buenos Aires que debería aguardar un par de años a que Juan de Garay lo encontrase terminantemente, después de el ensayo fallido de Pedro de Mendoza en 1536. El hombre que sería nombrado señor por la reina Isabel por sus «valientes servicios prestados», o sea, el saqueo de los navíos españoles para engrosar el tesoro real, se transformaría en alcalde de Plymouth en 1581 y Integrante del Parlamento Británico entre 1584 y 1585. La piratería se encontraba lejos de ser una actividad marginal para el «ejemplar» Imperio Británico. Era una cuestión de Estado por el hecho de que cumplía 2 funcionalidades estratégicas escenciales: debilitar económica y militarmente a España, y formaba entre las primordiales fuentes de capital de la Corona, que, mediante sus «venerables» piratas, sustraía los bienes que España tenía en por su parte robado, explotado y saqueado brutalmente por los americanos auténticos. Despreocupado de los cien años del perdón, Drake transitaba por esa inhóspita región ribereña del Río de la Plata hacia la Bahía de San Julián y el Ajustado de Magallanes, en su triunfadora vuelta al planeta. La entrada de estos ingleses en el Mar del Sur por el Ajustado de Magallanes preocupó bastante a la Audiencia de Charcas, que se dirigió al Rey Felipe II el 31 de enero de 1581 para informarle que la predicación de «estos luteranos en las costas de Chile y Perú podría propagó ideas de independencia y rebeldía entre los indios
Autora de una rigurosa ley de piratería
Pero Shih no solo probó ser una revolucionaria por las técnicas de combate y las prácticas comerciales que aplicó, se considera la la ley de piratas mucho más rigurosa y revolucionaria: un nuevo código de conducta considerablemente más riguroso desarrollado para gobernar tu imperio marítimo con mano de hierro.
Según las novedosas reglas, los piratas de tus flotas serían degollados si hurtaban recursos de su fondo común, premeditados a favorecer a todos. A los desertores se les cortaban las orejas, y violar a una cautiva se castigaba con la ejecución. Además, si un hombre desembarcaba solo o, sus oídos serían horadados en presencia de toda la flota. En el caso de reincidencia, lo mataban.